Page 169 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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3.6. Geniol,
la mítica publicidad de la cabeza con clavos
| El nombre
La historia de este producto nos remonta a 1927, cuando Laboratorios Suarry instaló una máquina en una casona de la calle Acuña de Figueroa y comenzó a fabricar comprimidos de ácido acetilsalicílico. Contaban con un analgésico innovador para aquella época.
La compañía tenía un edificio que remataba en una torre piramidal. En la base de la misma, sobre las cuatro caras, se había instalado el logotipo de Geniol en neón verde. Estos carteles luminosos fueron emblemáticos, se leían desde lejos y hasta los aviones que operaban en aeroparque los utilizaban como referencia. La empresa ya mostraba una gran intuición en el manejo publicitario.
Encontrar el nombre para la fórmula les demandó varias noches. Comenzaron con denominaciones demasiado técnicas, hasta que surgió “Geniol es genial”. Celebraron que fuera “corta y fácil”, premisas que hemos remarcado como idea- les para las marcas. Además, contaba con el tan característico final en “ol” de aquellas primeras décadas del siglo XX, en que ya existían el tónico anticaspa para el pelo Javol, talco para niños Vasenol, jabón para pelo Pilol y jabón dentí- frico Odol.
| El novedoso sistema publicitario
El célebre dibujante y publicista galo Mauzan, considerado como el “padre del cartelismo publicitario”, fue contratado por la compañía. Apelando a las carica- turas, muy a tono con aquel tiempo en que se trataba de llamar la atención a través del humor, sus ilustraciones mostraban a hombres y mujeres con dolores. Pero su mejor obra fue la cabeza con clavos y tornillos -más un alfiler de gancho en la nariz- cuya historia merece un par de comentarios.
Se cuenta que el dibujante se reunía con Suárez (presidente de la empresa) y que el bioquímico solía rechazar muchas de las propuestas que le hacía. En
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