Page 299 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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5.6. La cambiante realidad local | Introducción
Al analizar el presente de los minoristas, se evidencian cambios profundos, so- bre todo en los últimos 25 años. Argentina es un país inestable, y las farmacias no están exentas de esta coyuntura. Pero fueron los cambios en el contexto particular del sector los que más impactaron en su negocio.
La crisis del 2001 (en particular la que sufrió el sistema de seguridad social), la atomización de las farmacias y el tamaño relativamente reducido de las uni- dades de negocio fueron fragmentando y debilitando su posición negociadora frente a los actores más poderosos de la oferta. En aquellos tiempos, el far- macéutico padecía el negocio que tanto amaba y muchos tuvieron que bajar las persianas. La consecuencia fue toda una paradoja: farmacéuticos sin farmacias.
Los farmacéuticos, algunos después de mucho esfuerzo, accedieron a instalar o comprar su establecimiento, en el lugar que pudieron y donde se encuen- tran reglamentadas según las leyes de su jurisdicción, ya que el nuestro es un país federal. Pero la realidad era avasallante y muchos tuvieron que abandonar, como le ocurre a tantas Pymes de diversas industrias.
Antes de la ley 17.132, la propiedad del negocio era exclusivamente del far- macéutico, porque ese era el espíritu de la ley, que esta figura sea el dueño y el responsable único de todos los actos realizados; pero hoy ya son mayoría las sociedades en comandita que aceptan a los inversionistas (ej. Farmacity). La irrupción de las grandes cadeneras no hizo más que profundizar la delicada situación de las pequeñas boticas.
Esto supuso una gran injustica, ya que todos aquellos que tengan el título de farmacéutico deberían tener la posibilidad de tener su propio establecimiento porque es un derecho que se ganaron al haberse recibido, estudiando y ca- pacitándose. Además, es una forma de mejorar sus ingresos ya que el salario promedio que perciben es bajo en función a sus destrezas y responsabilidades. Basta comparar, sin ser peyorativo, cuál es el salario en otras actividades que suponemos menos exigentes, en cuanto a requerimiento de conocimientos, para darse cuenta de lo desfasada que está su valoración.
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