Page 72 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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un salto de calidad notable al pasar de cápsulas a parches, una forma práctica, no invasiva e ideal para conseguir adherencia al tratamiento en este tipo de enfermedad.
En el otro extremo de la pirámide etaria están los niños. Aquellos que somos pa- dres entendemos perfectamente la dificultad de que un pequeño de 6 o 7 años acepte de buena gana consumir un medicamento. Aquí la forma farmacéutica juega un rol decisivo. Un agradable sabor de jarabe es lo mínimo que se exigía hace años. ¿Pero sabían que ahora existen analgésicos y vitamínicos en formas de “caramelos gomitas”? Este es un caso palmario sobre la trascendencia de la presentación.
| Género
El sexo femenino tiene diversos procesos biológicos, como la menopausia, que requieren de la forma farmacéutica justa y adecuada a sus necesidades. Por ejemplo, el promestriene se ofrece en óvulos y crema, según la preferencia de la paciente.
La testosterona es a veces necesaria en el género masculino. Beta comercializa Androlone, que antes se presentaba en una bomba dispensadora, que era có- moda y que facilitaba la graduación de la dosis, una ventaja comparativa inne- gable ante los competidores que cuentan solo con la forma inyectable.
| Patología
La patología está ineludiblemente asociada a la forma farmacéutica. No
existe ejemplo más ilustrativo que el jarabe para la tos.
Si bien algunos mucolíticos vienen en comprimidos, la regla de oro es que el consumidor prefiere el jarabe. No se trata de un tema de eficacia farmacológica, sino del posicionamiento del producto. El paciente cree que es más efectivo el jarabe, y aquí se agota el debate.
Otra presentación muy aceptada para la tos y la gripe son los sobres que se pre- paran con el té. El laboratorio Excelentia basó el posicionamiento de su marca Expectosan Te Caliente (ambroxol) en la forma farmacéutica. La imagen de una
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