Page 51 - Bon dia aruba

El Técnico Colombiano
Valentín Gamboa, vida y obra
construidas con disciplina diaria
Chocó es un departamento
productor de nombres poco
frecuentes. Tutunendo, por
ejemplo, se llama un lluvioso
corregimiento de la capital,
Quibdó, enclavado en la vía
que conduce a Medellín. De
allí es un futbolista llamado
Carmelo, que hizo famoso
a su pueblo porque comen-
taristas y aficionados, a falta y los 43 muchachos no al-
de remoquete, lo apodaron
Carmelo Tutunendo Va-
lencia. Pero de allí también
es un técnico de atletismo
llamado Valentín, Valentín
Gamboa, que acaba de ganar
el premio a Vida y Obra que
otorga El Espectador como
parte de su reconocimiento a
los deportistas del año.
“Nací el 2-02-46”, respon-
de, únicamente con esos
números, ante la pregunta
por su fecha de nacimiento.
El cálculo indica, entonces,
que tiene 69 años, que en un
mes y medio cumplirá 70 y
que por eso miente cuando
completa su presentación
afirmando: “estoy más viejo
que la panela”.
La suya es una historia larga
que uno puede resumir, en
tono telegráfico, contando
que salió a los ocho años de
Tutunendo para irse a vivir
con su familia a Cali. Se hizo
atleta vinculado a las Fuer-
zas Armadas, con las que
también practicó pentatlón
militar, deporte que involu-
cra ramas como natación con
obstáculos y tiro. Incluso, en
1968 participó en un campe-
onato suramericano de esa
disciplina. Se definió por el
atletismo después de que lo
enviaron a especializarse a
México. De regreso a Co-
lombia pasó por ligas como
las de Risaralda y Antioquia,
hasta que aterrizó en Bogotá.
Ha sido, para redondear,
un entrenador exitoso. Ha
participado en cinco Juegos
Olímpicos y se le atribuye
buena parte de la responsabi-
lidad de que Colombia haya
llevado una treintena de atle-
tas a Londres 2012, una par-
ticipación histórica. Ese año,
antes de las justas, su ojo de
viejo zorro le permitió vatici- los 100 metros planos, con
nar en una entrevista con este
diario –más allá de cualquier
optimismo vacuo– que Ca-
terine Ibargüen estaba lista
para subirse al podio del salto lentín toda su vida, toda su
triple. El profesor Valentín
estuvo en Londres tan com-
prometido como hace cinco
meses en el Mundial Juvenil
de Cali, donde fungió como
coordinador de entrenadores
de la Selección Colombia
canzaron ningún podio.
En uno u otro escenario, ayer
y hoy, ¿qué es eso que lo de-
staca? “El sello mío –respon-
de– es la repetición del diario
hacer, que para el deporte es
asistir todos los días al campo
de entrenamiento donde los
atletas me esperan. Yo voy,
vayan o no vayan, porque allá
también hago mis ejercicios.
Una de las labores del téc-
nico es estar comprometido,
metido en su trabajo. Si los
atletas ven que usted va to-
dos los días, ellos sabrán que
se requiere compromiso”.
Será difícil abandonar esa
rutina. Por eso piensa que
su retiro debe ser paulatino
porque qué tal “uno 40, 50
años metido en una cosa, y
dejarla de una, se muere uno
al otro día”. Sus planes son,
para empezar, viajar menos
fuera de Colombia (conoce
más de 50 países) y centrar
sus periplos, cuando sea nec-
esario, dentro de este país
que, con modestia, dice con-
ocer poco. “Por ejemplo, el
Chocó lo conozco muy po-
quito”. El profesor Valentín
le tiene fe a su departamento,
no solo como destino turísti-
co, sino porque, volviendo al
atletismo, “allá está la sangre, cia e inspiración (ha publicado más de 80 exi-
la materia prima para este de-
porte, así como en Jamaica”.
Su declaración, entonces, se
vuelve una invitación a la di-
rigencia, o a quien pueda in-
teresarle, para que pongan el
ojo allí, porque “esculcando
el Chocó y haciendo unos
programas interesantes, de
allá tendrá que salir un Usain
Bolt”, refiriéndose al ja-
maicano de 29 años conoci-
do como “el hijo del viento”,
que ha cruzado más rápido
que cualquier otro hombre
41 zancadas en 9,58 segun-
dos. Chocó tiene esa sangre,
la misma que le ha corrido
al disciplinado profesor Va-
obra.
Opinion C11
Pensamiento del Día
Las guerras seguirán mientras el color de
la piel siga siendo más importante que el de
los ojos.
Bob Marley (1945-1981) Músico jamaicano.
Estreñimiento intelectual
Cuando no compartimos lo que hemos con-
ocido, padecemos una congestión energética
que llamo estreñimiento intelectual. Albert
Einstein dijo: “Aprender es experimentar,
todo lo demás es Información”. Debemos
vaciarnos, dejar salir, soltar, para poder to-
mar nuevos conocimientos que nos permitan
otros aprendizajes.
Conversando con una clienta, me compar-
tió que luego de haber tomado algunos tall-
eres conmigo, sentía que tenía mucha in-
formación. La solución que ha encontrado
es hacer una pausa para “digerir” todo. Me
quedé pensativa. Dudaba entre decirle lo que
creo (y correr el riesgo de que creyera que de- que refleja el amor de Dios. Imagina que al-
fendía “mis productos”), o simplemente res-
petar su decisión con el silencio.
Estoy convencida de que el conocimiento es
un “alimento” para la consciencia. Los nutri-
cionistas recomiendan que debemos alimen-
tarnos no cuando tenemos hambre, sino para
no tener hambre. Mantenerme en formación
es parte de mi estilo de vida. Desde que des-
cubrí sus beneficios, lo hago con disciplina y
de modo constante.
Alimentarse bien no es una practica intermi-
tente. Cuando alguien comprueba su utili-
dad, es un estilo de vida consciente. Del mis-
mo modo que hay gente que vive haciendo
dietas, para luego engordar y volver a pon-
erse en régimen, hay personas que toman el
conocimiento, se retiran, y regresan cuando
pierden lo logrado.
Cuando conocí a Jhon Maxwell (autor, coach
y conferencista), él compartió que todos
los días lee, escribe diariamente, y archiva
muchos materiales que le sirven de referen-
tosos libros). Maxwell dijo que para alcanzar
sabiduría, es necesario enseñar lo aprendido
a otros.
El estreñimiento intelectual es el resultado de grabada en tu memoria, entonces vale el es-
no compartir las ideas que hemos tomado. Al-
bert Einstein dijo: “Aprender es experimen-
tar, todo lo demás es información”. En mi
caso, implemento todo lo nuevo que llega a
mi vida. Si no fuera así¿Cómo podría saber si
funciona? Los cursos, talleres y formaciones
mantienen su nombre, pero cada entrega es
distinta, porque muestran mi propio mov-
imiento de consciencia.
El político, científico e inventor estadoun-
idense Benjamin Franklin dijo: “Dime y lo
olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame
y lo aprendo”.Compartir todo lo que aprendo
no es generosidad, lo hago porque es el mejor
modo que tengo para profundizar. Las ideas
Miércoles 16 Diciembre
nuevas son nociones confusas, hasta que no
las transmitimos a los demás.
Un sabio dijo: “Aprendí mucho de mis mae-
stros. Aprendí aún más de mis colegas. Pero
más que de todos, aprendí de mis alumnos”.
Si no puedes enseñar un concepto, entonces
significa que tú mismo no lo entiendes real-
mente. Explicar una idea a otros nos lleva a
clarificarla para nosotros mismos. Ese es el
enorme beneficio de enseñar.
El poeta colombiano Jorge González Moore
dijo: “La generosidad siempre es el mejor
camino”. Para los cabalistas, enseñar lo que
sabemos es una profunda obligación moral,
guien conoce la cura para el cáncer pero no
quiere compartirla con nadie. Alguien así po-
dría considerarse un asesino. ¿No crees que la
inconsciencia es la enfermedad más destruc-
tiva, dolorosa y contagiosa que existe?
Algunas enfermedades sólo pueden ser trata-
das por médicos especialistas, pero la incon-
sciencia puede ser tratada por cualquiera
que esté comprometido con el crecimiento.
La inconsciencia reduce la vida a un valle de
lágrimas, causa que la gente hunda a sus pro-
pios hijos, entre en disputa con sus parejas, se
deprima en un trabajo sin sentido y arruine
su salud.
Tenemos el deber de compartir nuestro
caminar. Dar lo que sabemos es una manera
de crear un amoroso lazo con otra persona.
¿Quién te enseñó a bailar? ¿Con quién na-
daste por primera vez? Las personas que nos
han iniciado en algo se hacen inolvidables.
Piensa en las experiencias que le han brin-
dado significado a tu vida: el libro que te
ayudó a madurar, aquello que te apoyó para
que enfrentaras los desafíos de mejor manera,
el curso que transformó tu consciencia. No
te menosprecies. Si esa experiencia quedó
fuerzo compartirla con otros.
La Navidad es más que una época, es un es-
tado de la mente en el que valoramos la rec-
onciliación, generosidad, unión, paz y amor.
El afamado periodista de CBS Eric Sevareid
dijo: “La Navidad es una necesidad. Tiene
que haber al menos un día en el año para
recordarnos que estamos aquí para algo más
que nosotros mismos”.
¿Seguirás adelante con tu propio
crecimiento?¿Te animas a compartir lo que te
ha servido para ser mejor persona?¿Conoces
un mejor regalo para la gente que amas? To-
mado de Hoy y Escrito por Antonio Machado