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• La expedición de títulos académicos y profesionales era competencia del
Estado, era quien llevaría a cabo las pruebas y requisitos para obtener dichos
certificados. También, determinaría la edad escolar para cada grado, la
educación de los periodos de escolaridad, el contenido de los planes
pedagógicos y las condiciones en que se podría autorizar la enseñanza en los
establecimientos privados.
• Se atendió la diversidad de Lenguas en España. Aunque primando el
castellano cada región autónoma podría organizar la enseñanza en sus
lenguas respectivas.
Una de las primeras decisiones del gobierno republicano fue construir hasta 27.000
centros escolares. Las penurias presupuestarias impidieron alcanzar dicho objetivo,
pero se hicieron grandes esfuerzos para que hubiera escuelas en todo el país.
Las Misiones Pedagógicas fue uno de los proyectos más importantes de la República.
Ponía en práctica la idea de la Institución Libre de Enseñanza conocida como
“extensión universitaria". Pretendió acercar la cultura al mundo rural, con exposiciones,
representaciones teatrales, recitales y apoyo a los maestros rurales. Se basó en la
educación de los adultos porque era una tarea que no se había atendido en el pasado.
En 1939, con el final de la II República y la llegada del franquismo, lo que conllevó el
exilio para muchos pensadores, educadores y humanistas, se da por terminado el
Krausismo en España.
Hizo falta una guerra civil para que todos los amantes de la enseñanza y la libertad
trabajaran al unísono en pos de una mejor educación. Ya no sirvió de nada, las
siguientes generaciones españolas fueron educadas ajustadas a la Ley de Moyano y
aderezadas con un poso católico que hoy en día aún puede sentirse.
LA ILE EN ALICANTE
El Krausismo y la Institución libre de Enseñanza tuvieron cierto reconocimiento en los
ámbitos intelectuales alicantinos. Hubo alicantinos accionistas de la ILE, como el
profesor del Instituto Manuel Ausó Arenas y el republicano Eleuterio Maisonnave. El
representante más prestigioso fue Rafael Altamira, jurista, historiador, profesor de la
universidad de Oviedo y juez del Tribunal de la Haya, y Director General de primera
Enseñanza entre 1911 y 1913, que siempre tuvo un estrecho contacto con Alicante. En
aquella época, en la provincia, el sistema educativo mostraba un estado lamentable y
lastraba grandes carencias materiales, como aulas pequeñas y en mal estado y
elevadas deudas con los maestros y las escuelas.
Las políticas educativas de la II República dieron lugar a una batalla escolar. De un
lado, los partidarios de una enseñanza laica contra los que estaban a favor de una
enseñanza religiosa. De otro, la convivencia de alumnos de un sexo y otro en la misma
aula. Lo que no supuso un problema en alicante fue el bilingüismo, la introducción del
valenciano en las escuelas. El proyecto reformista involucró a gran parte de la opinión
pública de la provincia y de los profesionales de la Enseñanza, en la medida en que la
educación se convirtió en un argumento político de peso. Pero cabe destacar que
también tuvo sus detractores en asociaciones de padres católicas y en grupos de
vecinos que pedían escuelas para sus hijos.