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Sábado 1 Diciembre 2018

                                             ¡Entren, inclinémonos para adorar-
                COMENTARIO                lo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor
         La última visión del libro del apoca-  que nos creó! Porque él es nuestro
         lipsis nos presenta «un río de agua   Dios, y nosotros, el pueblo que él apa-
         de vida» y «árboles de vida» sor-  cienta, las ovejas conducidas por su
         prendentemente fructíferos, cuyas   mano.                                              R.
         hojas tienen también un poder te-
         rapéutico. No crean que esto indica          ALELUIA
         el paraíso, no se trata de un retorno        Lc 21, 36
         a aquel jardín cerrado, porque la
         historia ya no puede repetirse, sino   Aleluia.
         de un paraíso nuevo donde la vida   Estén  prevenidos  y  oren  in-
         divina, como un río, se derrama ha-  cesantemente. Así podrán comparecer
         ciendo germinar a toda la creación.   seguros ante el Hijo del hombre.
         Es la comunión perfecta de la vida   Aleluia.
         de Dios y del amor de Dios con los
         hombres, de los humanos entre sí,           EVANGELIO
         y de la armonía cósmica. La histo-  Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
         ria llega a la plenitud porque Dios y   se gún san Lucas 21, 34-36
         el Cordero han tomado asiento en
         la ciudad de los rescatados, y és-  Jesús dijo a sus discípulos:
         tos le darán culto por siempre. Se   «Tengan cuidado de no dejarse
         alude a la comunión perfecta de   aturdir por los excesos, la embriaguez
         Dios y los hombres. La plenitud de   y las preocupaciones de la vida, para
         la vida que para el hombre consis-  que ese día no caiga de improviso so-
         te en ver el rostro de Dios, porque   bre ustedes co mo una trampa, porque
         para esta contemplación hemos    sobrevendrá a todos los hombres en
         sido destinados.                 toda la tierra.
                                             Es tén prevenidos y oren incesante-
                   SALMO                  mente, para quedar a salvo de todo lo
              Sal 94, 1-2. 3-5. 6-7       que ha de ocurrir. Así podrán compa-
        (R.: 1Cor 16, 22b y Apoc 22, 20c)  recer seguros ante el Hijo del hombre.»

       R. ¡Maranatha! ¡Ven, Señor Jesús!  Palabra del Señor.
         ¡Vengan, cantemos con júbilo al
       Señor, aclamemos a la Roca que nos           COMENTARIO
       salva! ¡Lleguemos hasta él dándole   Comenzamos el mes con un men-
       gracias, aclamemos con música al     saje claro: debemos estar atentos
       Señor!                                               R.  y alerta para que no se endurez-
                                            ca nuestro corazón con los vicios.
         Porque el Señor es un Dios grande,   Sabemos que el vicio es el acos-
       el soberano de todos los dioses: en su   tumbramiento  en hacer el mal. Y
       mano están los abismos de la tierra, y   la virtud es el acostumbramiento
       son suyas las cumbres de las monta-  en hacer el bien. El evangelio de
       ñas; suyo es el mar, porque él lo hizo,   hoy nos anima a la virtud y nos
    4  y la tierra firme, que formaron sus ma-  previene contra el vicio, sea cual
       nos.                                                  R.
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