Page 18 - VALORES DE 1º ESO
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Juan Escobedo Crespo 1ºESO-C
Esta historia narra la experiencia de un niño llamado Alberto.
Alberto era un niño castaño, con los ojos marrones, de una estatura media y un poco
relleno. Él vivía en un pueblo y no era muy feliz porque se metían con él, ya que estaba un
poco relleno.
Un día su madre llegó a su casa y dijo que se tenían que marchar porque había
encontrado un trabajo en la ciudad. Esto le causó un gran alivio ya que en su pueblo no tenía
muchos amigos y vio la oportunidad de tenerlos allí.
Se mudaron y Alberto en un par de semanas comenzaba el instituto. ¡Él estaba
entusiasmado por conocer nuevos amigos! Pero nada más comenzar el instituto se metían con
él con toda clase de insultos: foca, ballena, raluca, obeso…
El tercer día Alberto llegó a su casa con mala cara, así que se madre le pregunto:
- ¿Alberto que te pasa?
Alberto le respondió:
- Nada mamá.
Pero el niño seguía cabizbajo, y su madre continuaba insistiendo:
- Alberto, sé que algo ronda en tu cabeza y no me lo quieres decir; soy tu madre y sabes
que siempre estaré de tu parte para lo que sea.
Alberto se fue a su cuarto, y estuvo durante un buen rato a solas, quería hablar con su
madre, pero no sabía cómo decirle lo que le pasaba porque le daba vergüenza. Llegó la hora de
la cena y estaba decidido a contárselo todo a su madre, pero cuando llegó a la cocina no fue
capaz de articular palabra y no dijo nada durante toda la cena.
Pasaron unas semanas y la situación era insostenible, ya que había un grupo de niños
que no paraban de insultarle. Pero un día de tantos, durante el recreo, como de costumbre,
Alberto se quedó en su rincón del pasillo, por donde nadie pasaba. Llegaron los niños que le
insultaban y de nuevo empezaron a meterse con él, hasta que llegó Lucas a defenderlo. Se situó
entre Alberto y los demás e intentó hacer ver que lo que estaban haciendo no estaba bien:
- Vosotros os burláis de Alberto porque está gordo, pero podría Alberto burlarse de ti
porque llevas gafas, de ti porque suspendes los exámenes, o de ti porque eres bajo.
En ese momento, hubo algunos niños que pidieron perdón a Alberto, otros se burlaron de
lo que dijo Lucas, pero desde entonces cambió la cara de Alberto al ver que una persona le
había defendido y que otros niños como él le habían pedido perdón.
Estaba deseoso de llegar a casa y contarle a su madre lo que había sucedido, que había
conocido a un niño que se llamaba Lucas, que era un repetidor que le había defendido en el