Page 217 - El libro de Enoc
P. 217
Capítulo 106
Pasado un tiempo tomé yo, Enoc, una mujer para Matusalén mi hijo
y ella le parió un hijo a quien puso por nombre Lamec diciendo:
«Ciertamente ha sido humillada la justicia hasta este día». Cuando
llegó a la madurez tomó Matusalén para él una mujer y ella quedó
embarazada de él y le dio a luz un hijo. (Gn 5:25,28)
Cuando el niño nació su carne era más blanca que la nieve más roja
que la rosa, su pelo era blanco como la lana pura, espeso y brillante.
Cuando abrió los ojos iluminó toda la casa como el sol y toda la
casa estuvo resplandeciente.
Entonces el niño se levantó de las manos de la partera, abrió la
boca y le habló al Señor de justicia.
El temor se apoderó de su padre Lamec y huyó y fue hasta donde
su padre Matusalén.
Le dijo: «He puesto en el mundo un hijo diferente, no es como los
hombres sino que parece un hijo de los ángeles del cielo, su
naturaleza es diferente, no es como nosotros; sus ojos son como los
rayos del sol y su rostro es esplendoroso.