Page 218 - El libro de Enoc
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"Me parece que no fue engendrado por mí sino por los ángeles y
temo que se realice un prodigio durante su vida.
«Ahora, padre mío, te suplico y te imploro que vayas a lado de Enoc
nuestro padre y conozcas con él la verdad, ya que su residencia
está con los ángeles».
Así pues cuando Matusalén hubo oído las palabras de su hijo, vino
hacia mí en los confines de la tierra, porque se había enterado que
yo estaba allí; gritó y oí su voz; fui a él y le dije: «Heme aquí hijo mío
¿por qué has venido hacia mí?».
Me dijo: «He venido hacia ti debido a una gran inquietud y a causa
de una visión a la que me he acercado.
Ahora escúchame padre mío, le ha nacido un hijo a mi hijo Lamec,
que no se parece a él, su naturaleza no es como la naturaleza
humana, su color es más blanco que la nieve y más rojo que la rosa,
los cabellos de su cabeza son más blancos que la lana blanca, sus
ojos son como los rayos del sol y al abrirse han iluminado toda la
casa.
"Se ha levantado de las manos de la partera, ha abierto la boca y ha
bendecido al Señor del cielo.
«Su padre Lamec ha sido presa del temor y ha huido hacia mí, no
cree que sea suyo sino de los ángeles del cielo y heme aquí que he
venido hacia ti para que me des a conocer la verdad».
Entonces yo Enoc, le respondí diciendo: «Ciertamente restaurará el
Señor su ley sobre la tierra, según vi y te conté, hijo mío. En los días