Page 12 - libro rio cuarto

AEROCLUB
L a obsesión del hombre con el aire no es para nada
nueva, pero recién a principios del siglo XX el ser
humano logró dominar los cielos de la mano de los
hermanos Wilbur y Orville Wright, el brasileño Alberto
Santos Dumont, Glenn Curtiss, entre otros, con el
nacimiento de los primeros aeroplanos, que hasta la
fecha han tenido un desarrollo imparable.
Argentina no estuvo exenta de dicho proceso, siendo
uno de los primeros ídolos populares el aviador Jorge
Newbery.
En la Ciudad de Río Cuarto tampoco faltaron
emprendedores de la actividad aérea para fines
recreativos. Puntualmente, un empresario ganadero
aficionado al vuelo mecánico, el Sr Pedro Gardey,
contrato a Bartolome Cattáneo, un reconocido aviador
que había roto el record de altura en Milán en 1910 (con
una altitud de 1670 metros). El italiano concurrió a la
Ciudad junto a su aparato Bleriot Gnome XI, con
apenas 50 caballos de fuerza, que fue transportado
por Ferrocarril hasta la Ciudad, donde realizó una
primigenia exhibición aérea delante de una multitud
asombrada por el evento. El vuelo fue por demás breve,
el avión apenas pudo levantar vuelo por escasos 50
metros.
La génesis del actual Aero Club Río Cuarto la
encontramos en 1921, cuando un grupo de entusiastas
conformó la comisión “Pro Campo de Aviación”, entre
ellos se destacaba la figura de su presidente, Dr.
Manuel Noroña, así como el Ingeniero José María
Moyano, el Sr. Gustavo Gamond (gerente del Banco de
la Provincia de Córdoba), el Mayor Rodolfo Martín
Lebrero, del Regimiento 14 de Infantería, entre otros.
Ese mismo año la Comisión organiza un festival aéreo
que dio a llamar “Circo Aéreo” con el acróbata Henry
Jhonson, quien realizaba sus acrobacias sobre un avión
en vuelo, piloteado por el Renato Ballen, veterano de la
Primera Guerra Mundial.
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También participaron del festival el piloto Arnold
Syddall, y quien a posteriori será el gran impulsor de la
aviación recreativa en el ámbito local Don Florindo Di
Cola, quien había logrado comprar un Curtiss Meteor,
biplaza de 90 H.P. con el que, luego de realizar la
instrucción dada por el norteamericano en el
aeródromo de San Fernando, había obtenido Patente
Internacional N2156 regresando por vía aérea a nuestra
Ciudad, haciendo escala en Pergamino y Villa María,
llegando a Río Cuarto el 16 de enero del citado año.
Recién en 1932 la comisión pudo reunir los fondos
suficientes para la constitución formal del actual Aero
Club Río Cuarto, en cantidad de pesos cinco mil
quinientos ($5.500), siendo el primer presidente de la
entidad Don Cayetano Ripamonti.
Su predio se encuentra ubicado en ruta 8, kilómetro
603, y actualmente cuenta con diversas instalaciones
destinadas al vuelo, tanto motor como con otro tipo de
impulso, entre ellas cuatro hangares, torre de control,
dos pistas de aterrizaje, una de ellas pavimentada y
con equipo de balizamiento para vuelo nocturno, sala
de pilotos, y estación de combustible.
Además, cuenta con diversas instalaciones destinadas
a la actividad recreativa y deportiva como cuatro
canchas de tenis, de frontón, de vóley, de paddle, de
golf, de fútbol, pedanas para tiro deportivo, dos
piletas, parque con asadores con diversa forestación.
La entidad realiza actividades como el rugby, tiro a la
hélice, tiro con arco, vuelo a vela, vuelo a motor y
aeromodelismo.
Otra iniciativa que ha llevado a cabo la entidad es la
constitución de un barrio residencial denominado
“Aero Village”.
Es de destacar la realización periódica de diversos
festivales y exhibiciones aéreas, siendo la última
realizada en abril del presente año.