Page 139 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Mis disculpas si lo he ofendido, Su Majestad. Pero los rastreros restos de mis
seres queridos son lo último que me gustaría ver. Preferiría recordarlos como eran. Vivos,
sanos, felices… y humanos.
—No te preocupes, Almirante —respondió Anduin—. Y tu punto es
comprensible. ¿Rey Greymane?
—Conoce lo que pienso de los renegados —gruñó Genn. Su voz tan áspera y
grave, el viejo rey pudo bien haber estado en su forma de huargen —concuerdo con la
almirante. Son monstruos. Si nos importan un poco nuestros parientes renegados,
deberíamos intentar darles muertes reales, no aceptar lo que se han convertido.
El corazón de Anduin se hundió más ante cada opinión dicha.
—Las reuniones pueden ser decepcionantes muchas veces —dijo Alleria sin
rodeos—. Puede que no lo sepa, pero Vereesa y yo nos reunimos con Sylvanas
recientemente. No fue… bien.
—No, no lo sabía —dijo Anduin, la tensión sigilosamente inundando su voz.
Pensó en sus palabras hacia Valeera: Parece que cada día que pasa se reduce el número
de personas en las que puedo apoyarme—. Tal vez te importaría iluminarme.
—Nos reunimos únicamente para ver qué quedaba de nuestros lazos familiares —
dijo—. Le diría más si lo desea. Pero es suficiente con decir que no pondría mi fe en ella,
Anduin Wrynn. Ella ha estado demasiado tiempo en la oscuridad y se ha comido lo que
quedaba de la hermana que amaba tanto —su voz era fuerte, sin embargo, tembló un poco.
A pesar de lo que le había sucedido, a pesar de su alarmante familiaridad con el Vacío,
era obvio para Anduin que ella todavía era capaz de amar profundamente. Todavía era
Alleria. Y el fracaso de la reunión entre las tres hermanas la había lastimado. No auguraba
nada bueno por su plan de convencer a ese grupo del poder de los lazos familiares.
—Ni tampoco confiaría en los cerebros plagados de podredumbre de los
renegados para ser capaces de distinguir entre un aliado si se encontraran cara a cara con
sus antiguos seres queridos —continuó Alleria—. Aconsejaría en contra de ese camino.
—Igual que yo —dijo Turalyon, sorprendiendo a Anduin. Más que nadie, el
paladín entendía el poder de la Luz y cómo podía cambiar las mentes y los corazones. Él
incluso había hecho amistad y había peleado junto a un demonio que había sido inundado
con la Luz—. Le pregunto cómo estratega: ¿De verdad desea arriesgar el fracaso?
Comenzaría una guerra. Si, aunque sea un renegado repentinamente mata a un miembro
de la Alianza…
—Maldita sea —explotó Genn—, si uno de los miembros de la Alianza estornuda
demasiado fuerte, habrá una guerra. Es demasiado arriesgado, Su Majestad —se
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