Page 290 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Respóndeme esto: ¿Habría sido suficiente para ti, Genn? ¿Ver a tu hijo una vez
           más y pagar ese encuentro con tu vida?


                    La  pregunta  era  completamente  inesperada,  y  por  un  momento,  Genn  se

           desconcertó. Un viejo dolor lo atravesó y tensó la mandíbula. No quería responder, pero
           había algo en el rostro del joven que no permitió que el mayor se negara.


                    —Sí —dijo al fin—. Sí. Lo habría sido.


                    Y era verdad.

                    Anduin tomó un hondo y tembloroso respiro y asintió a Genn.


                    —No  obstante,  es  una  tragedia,  y  le  ha  hecho  un  gran  daño  a  cualquier

           oportunidad de paz. Ha destruido el prospecto de trabajar junto con la Horda para sanar
           al  mundo. La  Azerita  continuará  amenazando  el  equilibrio del  poder. Ha herido  a  la
           Alianza también. Sylvanas utilizó un momento que pudo haber sido un verdadero cambio

           como una oportunidad de eliminar gente que ella veía como sus enemigos. Y lo hizo con
           tanta delicadeza, tan bien, que ni siquiera pude recriminarla por eso. Ella no faltó a su
           palabra. Calia era una posible usurpadora. No puedo pedirle a Stormwind que vaya a la
           guerra porque el Jefe de Guerra de la Horda escogió ejecutar a individuos que ahora hará

           ver como traidores. Así que se sale con la suya. Ella ha ganado. Eliminó a la oposición,
           mató a la legítima heredera de Lordaeron, y lo hizo mientras parecía una líder noble por
           no atacar a la Alianza y empezar una guerra.


                    Genn  no  dijo  nada.  No  necesitaba  hacerlo.  Simplemente  se  mantuvo  junto  a

           Anduin y dejó que el joven rey lo averiguara por sí solo.

                    Los minutos pasaron, y entonces, Anduin finalmente habló.


                    —Yo nunca, jamás dejaré de esperar la paz —dijo. Su voz tembló con emoción—

           . He visto mucho bien en demasiadas personas para pintarlas a todas como malvadas y
           merecedoras  de  una  matanza.  Y,  además,  jamás  dejaré  de  creer  que  la  gente  puede
           cambiar. Pero ahora me doy cuenta que he sido como un granjero esperando cultivar en
           un campo envenenado. Simplemente no es posible.


                    Greymane se tensó. Él muchacho se dirigía a algo.


                    —La  gente  puede  cambiar  —repitió  Anduin—.  Pero  algunas  personas  nunca,
           nunca desearán hacerlo. Sylvanas Windrunner es una de esas.


                    Él respiró profundamente. El dolor y la tristeza lo hicieron parecer mayor. Genn
           había  visto  expresiones  similares  en  los  rostros  de  aquellos  que  habían  sido

           encomendados con un deber desgarrador.



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