Page 87 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Lo creas o no, entiendo que necesito hacerlo —admitió Anduin. Genn no sabía
de la pequeña caja con las alianzas de la Reina Tiffin que Anduin mantenía cerca y el
joven no estaba dispuesto a revelar esa información—. Y la respuesta es no. No he
conocido a nadie todavía que me haga sentir se esa manera. Hay tiempo. Solamente tengo
dieciocho.
—No es tan raro que los compromisos matrimoniales sucedan cuando los
participantes aún están en la cuna —insistió Genn—. No conozco bien a la sociedad de
Stormwind, pero seguramente hay otros que podrían hacer una lista.
Genn era bienintencionado, Anduin lo sabía. Pero estaba preocupado y cansado y
su atención estaba en qué hacer con el mundo herido, no en un matrimonio arreglado.
—Genn, agradezco tu preocupación —dijo, escogiendo sus palabras
cuidadosamente—. Éste no es un asunto sin importancia. Te he dicho que lo entiendo.
Pero la idea de un matrimonio arreglado, aceptar pasar mi vida con alguien a quien es
posible que no conozca antes de hacer ese compromiso, para mí es abominable. Además
—agregó —, tú no tuviste uno.
Genn frunció el ceño.
—Sólo porque no es un camino que yo escogí no significa que no es uno bueno.
Sé que no es la cosa más romántica en el mundo, pero no tiene que ser con un extraño.
Mi hija, Tess, es casi de tu edad. Ella sería…
—Sería lo mismo si ella estuviera aquí en éste momento —lo interrumpió
Anduin—. Por lo poco que la he visto, está claro que es una mujer excepcional. Pero
ciertamente ella tiene su propia vida y voy a tomarme el atrevimiento de adivinar y decir
que no creo que ser la reina de Stormwind está muy arriba la lista de cosas que desea en
su vida.
Tess Greymane, unos cuántos años mayor que él, era al parecer una mujer de
carácter fuerte. Había toda clase de rumores acerca de sus acciones, implicando que había
tomado una página o dos de Mathias Shaw. Él no le había preguntado a Genn al respecto
y ahora que el hombre había presentado a su hija como una reina potencial, no lo haría.
Las blancas cejas de Genn se juntaron en una mueca.
—Anduin…
—Volveremos a hablar de éste tema, lo prometo. Pero por ahora, hay otra cosa
que me gustaría hablar contigo.
Sin quererlo, Genn rio.
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