Page 1222 - Biblia el Unico Dios
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 12 mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
13 Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado.
Jesús sana a la suegra de Pedro
(Mr.1.29-34; Lc.4.38-41)
14 Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. 15 Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle.
16 Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; Jesús expulsó a los espíritus con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos,
17 para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades.
Is 53:4
18 Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. 19 Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.»
20 Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo de Dios no tiene donde reclinar la cabeza.»
21 Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
22 Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Jesús calma la tempestad
(Mr.4.35-41;Lc.8.22-25)
23 Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron.
24 De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero Jesús estaba dormido.
25 Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!»
26 Jesús les dijo: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza.
27 Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»
El endemoniado gadareno
(Mr.5.1-20; Lc.8.26-39)
28 Al llegar Jesús a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vino a su encuentro un endemoniado que salía de los sepulcros, y tan furioso que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
29 Y se puso a gritar: «¿Qué tienes con nosotros Jesús Hijo del Dios Altísimo? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
30 Había allí a cierta distancia un gran hato de cerdos paciendo.
31 Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a ese hato de cerdos.» 32 Jesús les dijo: Vayan.» Saliendo ellos, se fueron a los cerdos, y de pronto todo el hato se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
Los que querían seguir a Jesús
(Lc.9,57-63)








































































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