Page 1436 - Biblia el Unico Dios
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2 Al oír que les hablaba en lengua hebrea guardaron más profundo silencio. Y dijo:
3 «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios, como lo están todos ustedes el día de hoy. 4 Antes perseguí a muerte a quienes seguían este Nuevo Camino, y los arresté y metí en la cárcel, ya fueran hombres o mujeres.
5 como puede atestiguármelo el Sumo Sacerdote y todo el Consejo de ancianos. De ellos recibí también cartas para los hermanos de Damasco y me puse en camino con intención de traer también encadenados a Jerusalén a todos los que allí habían, para que fueran castigados.
Pablo relata su conversión
6 «Pero yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo;
7 caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” 8 Pregunté: “¿Quién eres, Señor?” Y la voz me contestó: “Yo soy Jesús de Nazaret, el mismo a quien tú estás persiguiendo
Hc.9:5
9 Los que estaban vieron la luz, pero no entendieron la voz del que me hablaba. 10 Yo dije: “¿Qué he de hacer, Señor?” Y el Señor me respondió: “Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas.”
11 Como yo no veía, a causa del resplandor de aquella luz, conducido de la mano por mis compañeros llegué a Damasco.
12 «Un tal Ananías, hombre piadoso según la Ley, bien acreditado por todos los judíos que habitaban allí,
13 vino a verme, y presentándose ante mí me dijo: “Hermano, Saulo, recobra la vista.” Y en aquel momento le pude ver.
14 El me dijo: “El Dios de nuestros padres te ha destinado para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios.
15 Tú le serás testigo ante toda persona de lo que has visto y oído.
16 Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando el nombre del Señor Jesús.”
Pablo es enviado a los gentiles
17 «Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo, tuve una visión.
18 Vi al Señor, que me dijo: “Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.”
19 Yo respondí: “Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas
encarcelando y azotando a los que creían en ti;
20 y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también me hallaba
presente, y estaba de acuerdo con los que le mataban y guardaba sus vestidos.”
Hc.8:1
21 Y me dijo: “Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles”.»
Pablo en manos del tribuno