Page 1437 - Biblia el Unico Dios
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22 Le estuvieron escuchando hasta estas palabras y entonces alzaron sus voces diciendo: «¡Quita a ése de la tierra!; ¡no es justo que viva!»
23 Y como seguían gritando y sacudiendo sus ropas y tirando polvo al aire,
24 el comandante ordenó que metieran a Pablo en el cuartel, y mandó que lo azotaran, para que confesara por qué la gente gritaba en contra suya.
25 Cuando le tenían estirado con las correas, dijo Pablo al centurión que estaba allí: «¿Les es lícito azotar a un ciudadano romano sin haberle juzgado?»
26 Al oír esto el centurión fue donde el tribuno y le dijo: «¿Qué vas a hacer? Este hombre es ciudadano romano.»
27 Entonces el comandante se acercó a Pablo, y le preguntó: ¿Es cierto que tú eres ciudadano romano? Pablo le contestó: Sí.
28 «Yo, dijo el comandante, conseguí esta ciudadanía por una fuerte suma.» «¡Pero yo no la compré! le contestó Pablo, la tengo por nacimiento.»
29 Al momento se retiraron los que iban a darle tormento. El comandante temió al darse cuenta que le había encadenado siendo ciudadano romano.
Pablo ante el concilio
30 Al día siguiente, queriendo averiguar con certeza de qué le acusaban los judíos, le sacó de la cárcel y mandó que se reunieran los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín; hizo bajar a Pablo y le puso ante ellos.
Hechos 23
1 Pablo miró fijamente al Sanedrín y dijo: «Hermanos, yo me he portado con toda buena conciencia ante Dios, hasta este día.»
2 Pero el Sumo Sacerdote Ananías mandó a los que le asistían que le golpeasen en la boca.
3 Entonces Pablo le dijo: «¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Tú te sientas para juzgarme conforme la Ley y mandas, violando la Ley, que me golpeen?»
4 Pero los que estaban a su lado le dijeron: «¿Insultas al Sumo Sacerdote de Dios?»
5 Pablo contestó: «No sabía, hermanos, que fuera el Sumo Sacerdote; pues está escrito: No injuriarás al jefe de tu pueblo.»
6 Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos; por esperar la resurrección de los muertos se me juzga.»
7 Al decir él esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos y la asamblea se dividió.
8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; mientras que los fariseos profesan todo eso.
9 Se levantó, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?»