Page 1504 - Biblia el Unico Dios
P. 1504
10 Hay quien dice que mis cartas son duras y fuertes, pero que en persona no impresiono a nadie, ni impongo respeto al hablar.
11 Pero el que esto dice debe saber también que, así como somos con palabras y por carta estando lejos de ustedes, así seremos con hechos cuando estemos entre ustedes.
12 Ciertamente no osamos igualarnos ni compararnos a algunos que se recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y comparándose consigo mismos, obran sin sentido.
13 Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; antes bien, nos mediremos a nosotros mismos por la norma que Dios mismo nos ha asignado como medida al hacernos llegar también hasta ustedes.
14 Porque no traspasamos los límites debidos, como sería si no hubiéramos llegado hasta ustedes; hasta ustedes hemos llegado con el Evangelio de Jesús. 15 Y no nos gloriamos de los trabajos que otros han hecho, saliéndonos de nuestros límites. Al contrario, esperamos poder trabajar más entre ustedes, conforme ustedes vayan teniendo más fe, aunque siempre dentro de nuestros límites.
16 extendiendo el Evangelio más allá de ustedes en lugar de gloriarnos en territorio ajeno por trabajos ya realizados.
17 El que se gloríe, gloríese en el Señor Jesús.
18 Que no es hombre de probada virtud el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor recomienda.
2 Corintios 11
1 ¡Bien pudieran soportar un poco mi necedad! ¡Sí que me la soportan!
2 Dios ha hecho que yo me preocupe por ustedes. Lo que quiero es que ustedes sean siempre fieles a Jesús, es decir, que sean como una novia ya comprometida para casarse, que le es fiel a su novio y se mantiene pura para él.
3 Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan sus mentes apartándose de la sinceridad con Jesús.
4 Pero, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que les prediqué, y les proponga recibir un Espíritu diferente del que recibieron, y un Evangelio diferente del que abrazaron ¡lo toleran tan bien!
5 Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «súper apóstoles».
6 Quizás no tenga gran habilidad para hablar, pero no me falta conocimiento y eso se lo hemos demostrado claramente en todas las formas posibles.
7 ¿Acaso tendré yo culpa porque me humille a mí mismo para ensalzarlos a ustedes anunciándoles gratuitamente el Evangelio de Dios?
8 A otras Iglesias despojé, recibiendo de ellas con qué vivir para servirles.
9 Y estando entre ustedes y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos que han llegado de Macedonia los que remediaron mi necesidad. En todo evité el serles gravoso, y lo seguiré evitando.