Page 527 - Biblia el Unico Dios
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«El rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los hetitas y a los reyes de Egipto para que vengan contra nosotros.»
7 Se levantaron y huyeron al anochecer abandonando su tiendas, sus caballos y sus asnos, el campamento tal como estaba, y huyeron para salvar sus vidas.
8 Aquellos leprosos llegaron al límite del campamento y, entrando en una tienda, comieron, bebieron y se llevaron de allí plata, oro y vestidos, y fueron a esconderlo. Regresaron y entraron en otra tienda y escondieron lo que de allí se llevaron.
9 Se dijeron uno a otro: «No está bien lo que hacemos; hoy es un día de buena nueva; y si nosotros estamos callados hasta el lucir de la mañana incurriremos en culpa; así que, vayamos, entremos y anunciémoslo a la casa del rey.»
10 Llegaron y llamaron a los guardias de la ciudad y se lo anunciaron diciendo: «Hemos ido al campamento de Siria y no hay nadie, ninguna voz de hombre; sólo los caballos atados, los asnos atados y las tiendas intactas.»
11 Llamaron los centinelas y lo comunicaron al interior de la casa del rey.
12 Se levantó el rey de noche y dijo a sus oficiales: «Les voy a decir lo que nos ha hecho Siria; saben que estamos hambrientos, han salido del campamento y se han escondido en el campo pensando: Saldrán de la ciudad, los prenderemos vivos y entraremos en la ciudad.»
13 Uno de los oficiales respondió y dijo: «Que se tomen cinco de los caballos restantes, pues les va a pasar lo que a toda la muchedumbre de Israel que ha perecido; y enviémosles para ver.»
14 Tomaron dos tiros de caballos y los envió el rey en pos de los sirios diciendo: «Vayan a ver.»
15 Fueron tras ellos hasta el Jordán, y todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos que habían arrojado los sirios en su precipitación. Los mensajeros volvieron y se lo comunicaron al rey.
16 Salió el pueblo y saqueó el campamento de Siria; la arroba de flor de harina estaba a siclo y las dos arrobas de cebada a siclo, según la palabra del Señor .)יהוה(
17 El rey había puesto de vigilancia a la puerta al escudero en cuyo brazo se apoyaba; pero el pueblo le pisoteó en la puerta y murió, según la palabra del hombre de Dios, cuando el rey bajó donde él.
18 Sucedió según la palabra del hombre de Dios al rey cuando dijo: «Mañana a esta hora estarán a siclo las dos arrobas de cebada y a siclo la arroba de flor de harina en la puerta de Samaría.»
19 Respondió el escudero al hombre de Dios diciendo: «Aunque Dios abriera ventanas en el cielo, ¿podría ocurrir tal cosa?» Respondió: «Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.»
20 Y así sucedió. El pueblo lo pisoteó en la puerta y murió.
2 Reyes 8
Los bienes de la sunamita devueltos