Page 68 - Biblia el Unico Dios
P. 68

 22 Y dijimos a mi señor: “Imposible que el muchacho deje a su padre, porque si le dejara, éste moriría.”
23 Pero dijiste a tus siervos: “Si no baja su hermano menor con ustedes, no volverían a verme la cara.”
24 Así que, cuando subimos nosotros a mi padre, tu siervo, le expusimos las palabras de mi señor.
25 Entonces nuestro padre nos ordenó: “Regresen a comprar un poco de trigo”; 26 Dijimos: “No podemos bajar, a menos que nuestro hermano menor vaya con nosotros. En ese caso sí bajaríamos. Porque no podemos presentarnos a aquel hombre si no está con nosotros nuestro hermano el menor.”
27 Mi padre, tu siervo, nos dijo: “Bien sabes que mi mujer me dio a los dos:
28 el uno se me marchó, y dije que seguramente habría sido despedazado, y no le he vuelto a ver más hasta ahora.
29 Si se llevan también a mi otro hijo de mi lado, y le pasa algo malo, ustedes tendrán la culpa de que este viejo se muera de tristeza.
30 Así que la vida de mi padre está tan unida a la vida del muchacho que, si el muchacho no va con nosotros cuando yo regrese,
31 nuestro padre morirá al no verlo. Así nosotros tendremos la culpa de que nuestro anciano padre se muera de tristeza.
32 La verdad es que tu siervo ha traído al muchacho de junto a su padre bajo palabra de que: “Si no te lo traigo, quedaré yo culpable ante mi padre para siempre.”
33 Ahora que se quede tu siervo en vez del muchacho como esclavo de mi señor, y suba el muchacho con sus hermanos.
34 Porque ¿cómo subo yo ahora a mi padre sin el muchacho conmigo? ¡No quiero ni ver la aflicción en que caerá mi padre!»
Génesis 45
José se da a conocer a sus hermanos
1 José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: «¡Salgan todos de aquí!» Así que ninguno de sus siervos estaba allí con José cuando él se dio a conocer a sus hermanos.
2 (Y se echó a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios, y lo oyó hasta la casa de Faraón.)
3 José dijo a sus hermanos: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Sus hermanos no podían contestarle, porque se habían quedado atónitos ante él.
4 José dijo a sus hermanos: «Vamos, acérquense a mí.» Se acercaron, y él continuó: «Yo soy su hermano José, a quien ustedes vendieron a los egipcios. 5 pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, porque Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas.
6 Porque con éste van dos años de hambre por la tierra, y aún quedan cinco años en que no habrá arada ni siega.
















































































   66   67   68   69   70