Page 67 - Biblia el Unico Dios
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2 Y mi copa, la copa de plata, la pones en la boca del saco del menor, además del dinero de su compra.» Y él hizo conforme a lo que había dicho José.
3 Venida la mañana, se les despachó a ellos con sus asnos.
4 Salieron de la ciudad, y no bien se habían alejado, cuando José dijo a su mayordomo: «Levántate y persigue a esos hombres, les das alcance y les dices: ¿Por qué han pagado mal por bien?
5 ¡Se trata nada menos que de lo que utiliza mi señor para beber, y también para sus adivinaciones! ¡Qué mal han obrado!»
6 El les alcanzó y les habló estas palabras.
7 Ellos le dijeron: «¿Por qué habla mi señor de ese modo? ¡Lejos de tus siervos hacer semejante cosa!
8 De modo que te hemos devuelto desde Canaán la plata que encontramos en la boca de nuestros sacos, ¿e íbamos a robar ahora de casa de nuestro señor plata u oro?
9 Aquel de tus siervos a quien se le encuentre, que muera; y también los demás nos haremos esclavos de mi señor.»
10 Dijo: «Sea así como dicen: aquel a quien se le encuentre, será mi esclavo; pero los demás quedaran disculpados.»
11 Entonces ellos se apresuraron a bajar a tierra cada uno su costal, y cada uno abrió su costal.
12 Él buscó, comenzando por el del mayor y terminando por el del menor, y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.
13 Entonces rasgaron ellos sus túnicas, y cargando cada cual su burro regresaron a la ciudad.
14 Judá y sus hermanos entraron a casa de José, que todavía estaba allí, y cayeron rostro en tierra.
15 José les dijo: «¿Qué han hecho? ¡ ignoraban que uno como yo tenía que adivinarlo sin falta?»
16 Judá dijo: «¿Qué vamos a decir al señor, qué vamos a hablar, qué excusa vamos a dar? Dios ha hallado culpables a sus siervos, y henos aquí como esclavos de nuestro señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder ha aparecido la copa.»
17 José respondió: «¡Lejos de mí, hacer eso! Aquel a quien se le ha hallado la copa, ése será mi esclavo, que los demás subirán sin novedad donde su padre.»
Judá intercede por Benjamín
18 Entonces se le acercó Judá y le dijo: «Con permiso, señor, tu siervo va a pronunciar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, puesto que tú eres como el mismo Faraón.
19 Mi señor preguntó a sus siervos: “¿Tienen padre o algún hermano?”
20 Y nosotros dijimos a mi señor: «”Sí, tenemos padre anciano, y un hijo pequeño de su ancianidad. Otro hermano pero éste murió; sólo le ha quedado éste de su madre, y su padre le quiere.”
21 Entonces tú dijiste a tus siervos: «Traédmelo, que ponga mis ojos sobre él.”