Page 66 - Biblia el Unico Dios

19 Y acercándose al mayordomo de José le dijeron a la puerta de la casa:
20 «Por favor, señor, nosotros bajamos anteriormente a comprar alimentos.
21 Pero resultó que cuando fuimos al lugar donde íbamos a pasar la noche, y abrimos nuestros sacos de grano, nos encontramos con que la plata de cada uno estaba en la boca de su saco, nuestra plata bien pesada, y la hemos devuelto con nosotros,
22 y además traemos con nosotros más plata para comprar alimentos. Ignoramos quién puso nuestra plata en nuestros sacos.»
23 El mayordomo contestó: Cálmense, no tengan miedo. El Dios de ustedes y de su padre debe de haber puesto ese dinero en sus costales, yo recibí el dinero que ustedes pagaron.
El mayordomo sacó a Simeón y lo llevó a donde estaban ellos;
24 Luego los introdujo en casa de José, les dio agua y se lavaron los pies, y les dio alimento para sus asnos.
25 Entonces ellos prepararon el regalo, mientras llegaba José a mediodía, porque oyeron que iba a comer allí.
26 Al entrar José en casa, le presentaron el regalo que llevaban consigo y se inclinaron hasta el suelo.
27 El les saludó y les preguntó: «Su padre el anciano de quien me hablaron, ¿vive aún?»
28 Y le dijeron: «Está bien tu siervo, nuestro padre: todavía vive.» Y postrándose se inclinaron.
29 Entonces José volvió los ojos y vio a Benjamín, su hermano de madre, y dijo: «¿Este es su hermano menor, de quien me hablaron?» Y añadió: «Dios te guarde, hijo mío.»
30 José tuvo que darse prisa, porque le daban ganas de llorar de emoción por su hermano, y entrando en el cuarto lloró allí.
31 Luego se lavó la cara, salió y conteniéndose dijo: «Sirvan la comida.»
32 Y le sirvieron a él aparte, aparte a ellos, y aparte a los egipcios que comían con él, porque los egipcios no soportan comer con los hebreos, cosa detestable para ellos.
33 Y se sentaron, delante de él por orden de antigüedad, de mayor a menor, y unos a otros se daban muestras de asombro.
34 El fue tomando de delante de sí raciones para ellos, y la ración de Benjamín era cinco veces mayor que la de todos los demás. También bebieron y se alegraron en su compañía.
Génesis 44
La copa de José
1 Entonces él dio esta orden a su mayordomo: «Llena de víveres los sacos de estos hombres, cuanto quepa en ellos, y pones el dinero de cada uno en la boca de su saco.