Page 2 - Revista Voces de Acosta 2020
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Del imaginario de lo imposible...
a la realidad de lo posible
l timbre y la cotidianeidad de la Escuela, cada
Erincón de la misma, los pasillos y el patio
retumban con silencio a la espera de volver a llenar
de vida la escuela, con niños que acompañan a sus
padres, los cursos con estudiantes y docentes, lo
cotidiano se vuelve un anhelo…
Recuerdo esa sensación de Incertidumbre desde
aquel 16 de marzo, la escuela sin estudiantes, esa
semana sin saber que pasaría. En ese momento el
imaginario de lo imposible… ¿Qué hacer? ¿Cómo
organizarnos para llegar a todas/os?
Desde las ofertas educativas en las que trabajamos: el
CENMA B° Acosta y la SEDE Evita definimos trabajar y
realizar un acompañamiento de las Trayectorias
Educativas de los estudiantes a través de grupos de
Whatsapp.
Dichos grupos comenzaron a funcionar rápidamente, enviando Propuestas
Pedagógicas elaboradas por los docentes que desde el primer día trabajaron en
Áreas con un profundo compromiso, convicción y arduo trabajo en la tarea de
educar. Pero, a pesar de todo, esta situación puso al descubierto las profundas
desigualdades en cuanto al acceso a la tecnología como así también a la
conectividad en muchos de nuestros estudiantes.
Con el apoyo y ayuda de la Dirección General de Educación de Jóvenes y Adultos,
como así también de la Inspección Zona 9, fuimos dando respuesta con las visitas
domiciliarias en las que, Coordinadoras, Secretario y Director, les entregamos
material impreso a los estudiantes con dificultades de accesibilidad.
También, casi desde el primer día, reforzamos la articulación con la Escuela Primaria
Nocturna, las organizaciones sociales del barrio como la Biblioteca Popular La Brújula
Barrial y las ollas populares organizadas por egresados y estudiantes del CENMA,
desde la profunda convicción de que la Escuela no puede estar desvinculada del
territorio y sus necesidades.
Desde lo pedagógico, la evaluación formativa, nos permitió entender también
que frente a las dificultades que puedan presentar los estudiantes, estos tienen
tiempos, espacios y accesos diferentes para abordar el conocimiento, y en este
sentido, la Escuela no puede desatender esta situación y debe pensar en cómo
trabajar con ellos. Recuerdo la primera reunión virtual con los compañeros/as.
Recién ahí y en este contexto empezamos a conocer esta herramienta, y otras que
vinieron para quedarse, ya que nos permitieron una mejor articulación entre los
profes de cada área. De esta forma tuvimos que ir aprendiendo conjuntamente con
los estudiantes a transitar esta forma de hacer escuela de manera virtual.