Page 31 - Escombros del Ayer
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Quisiera olvidar
esta noche de hielo
pero me doy cuenta
que el olvido
no existe
Porque siempre florecen
como espinas de rosas
los tristes recuerdos
que agobian al alma.
Sólo queda entonces,
esperar que la muerte
se resigne a borrarlos
con su tinta indeleble.
Vemos
escuchamos
nadie dice nada
el eco de un llanto
se escucha a lo lejos...
nadie se conduele
se sulfata el miedo
-en algo andaba-
todo el mundo dice
la última lágrima
fiduciaria
de la muerte vil
de la perra vida.