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ZONA 13
O P O R T U N I D A D
Resiliencia
Resiliencia
Resiliencia
DE
Por Alexander López
Coordinador distrital de Evangelismo Carcelario.
“Porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre”.
(Eclesiastés 4:14)
Este término “resilio", que proviene de la física (volver
de un salto), se refiere a la capacidad que tiene un
material de recobrar su forma original, después de
haber estado sometido a altas presiones.
El concepto “resiliente" en la medicina, es cuando los
huesos sufren alguna fractura, y vuelven a crecer en
el sentido correcto. En las ciencias sociales, es la
capacidad humana de superar las adversidades de
la vida.
En el sentido espiritual, expresa aquella maravillosa
obra que solo el Espíritu de Dios, puede producir en
una vida cuando la toma, para restaurarla por com-
pleto.
En el contexto de la prisionalización, el proceso
adaptativo de cada individuo es traumático; ya que
sus vidas han estado sometidas a un sin número de
presiones que no han sido capaces de superar y salir
de éstas, pues les ha sido prácticamente imposible.
Al llegar a la privación de la libertad, la noción de
adversidad crece, el trauma aumenta, el riesgo ame-
naza, el hacinamiento acorrala, sus adiciones los
invaden y el ocio los inmoviliza por completo. Estos
factores los hacen más vulnerables a la depresión,
ansiedad y aumentan su agresividad.
Es justo aquí, donde la palabra de Dios interviene y
produce el efecto “resiliente”, para dar la tenacidad
a las personas de superar todas sus afecciones,
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y sobreponerse a ellas de manera positiva, adaptán-
dose a la nueva vida en Cristo “…Lo que es
imposible para los hombres, es posible para
Dios”. (Lucas 18:27)Cuando los PPL (personas
privadas de la libertad), se preguntan ¿Por qué no
lo conocí antes? Es allí donde inicia el proceso
trasformador de la nueva vida en Cristo.
Son muchos los que están dentro de estos centros
de reclusión, esperando salir de la prisión de su alma
y así reinar con los pobres de espíritu; “porque de
ellos es el reino de los cielos”. Hoy contamos con
245 bautizados en las penitenciarías del distrito y
alrededor de 40 más, esperando que este tiempo
de COVID-19 pase, para dar un salto a su nueva
vida con el Señor Jesús.
Estos hombres y mujeres, han permitido que la
palabra de Dios produzca en ellos el ánimo de
anunciar, al único que puede ayudar al ser humano
a superar cualquier circunstancia adversa, dándole
sentido y valor a sus vidas.
El proceso y la dinámica de entre factores individuales,
familiares y sociales han sido protegidos; su ansiedad
echada sobre el que tiene cuidado de ellos; se resisten
hacer esclavos del temor y del conformismo. Su
agresividad es ahora contra las potestades; ya no con
armas bélicas, sino con la dotación del Espíritu Santo.
Y así, su resocialización sigue en construcción.
Los doblemente cautivos, seguirán escuchado las
buenas nuevas que les pondrá en libertad a pesar de
las adversidades presentes. Sabemos que el Espíritu
del Señor alzará bandera y volveremos más fuertes,
porque “El preso agobiado será libertado pronto;
no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan”
(Isaías 51:14) Dios les bendiga.