Page 134 - DERECHO INDÍGENA Y DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA (1988)
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de unión concretados, tanto por el gobierno militar como por agencias de
intervención extranjera, como la Iglesia del Verbo.
Desde el punto de vista de los movimientos y organizaciones indígenas,
reina una desconfianza generalizada hacia los partidos políticos en la mayoría de
los casos. Esto se debe a que los han utilizado como masa electoralera
(peronismo en Argentina por ejemplo) o como carne de cañón (Partido Comunista
Salvadoreño en la década de los treinta, movilizando a los pipiles, o la
manipulación de los mismitos por las tropas de la exguardia nacional somocista,
asentadas en Honduras, o Sendero Luminoso en Perú, etc.), por lo que prefieren
dirigirse a sí mismos y realizar alianzas coyunturales a las relaciones estratégicas.
Las frustraciones acumuladas por promesas incumplidas han sido muchas y han
tenido demasiados muertos por seguir orientaciones externas y ajenas, se niegan
a continuar hipotecando el control del presente para la construcción de un futuro
dorado pero incierto, en la medida en que no controlen su cotidianidad.
En todas las organizaciones siempre está presente la necesidad de
obtención de recursos para poder llevar a cabo sus programas y el hecho de que
ocupan globalmente, en términos económicos, el último lugar en las estructuras
nacionales. Esto los ha llevado a desarrollar complejas estrategias para su
obtención. Éstas van desde cuotas de participantes a la venta de parte de la
producción exclusivamente para la organización; de la presentación de proyectos
a fundaciones internacionales a la solicitud de créditos y préstamos bancarios; de
pedidos a grupos solidarios a la utilización de resquicios en los aparatos estatales.
En general se dan combinaciones de estas formas y en todos los programas se
sostiene, aunque no siempre se realice, que es necesario organizar la producción,
venta y consumo, de manera tal de no depender exclusivamente de insumos
externos. Estas propuestas van acompañadas, en una gran mayoría de casos, de
demandas de obras de infraestructura, como caminos y puentes, que permitan la
circulación de la producción y, en algunos casos, las complementan con
demandas de medios de transporte y maquinarias, camiones y tractores por
ejemplo.
La obtención de recursos externos, su control y aplicación, ha planteado
problemas internos en muchas organizaciones, que se expresan en acusaciones
de corrupción y mal manejo económico por fracciones disidentes como, por
ejemplo, los enfrentamientos dentro del Movimiento Indio Peruano en ocasión del
Primer Congreso del Consejo Indio de Sudamérica -CISA. La recepción constante
de recursos externos puede llevar a una gran dependencia con el transcurso del
tiempo y no crear un aparato económico adecuado, que responda a las
necesidades de los grupos, como es el caso, entre otros, del Consejo
Indígena/Proyecto Marandu. En otros casos se ha creado un aparato económico
monoproductor sustituyendo sistemas múltiples, como se da con la Federación
Shuar que se ha orientado, en este rubro, a un ambicioso proyecto ganadero
dependiente de un mercado regional incierto que no controlan.
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