Page 116 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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ARMA ECONOMICA


                 En tanto que el presidente y los congresistas estadouni-
              denses se hallan sujetos a complicados procesos electora-
              les, a juicios de la opinión pública, a presiones y a un pe-
              ríodo de cuatro años, el Poder Real actúa sin ninguna de
              esas limitaciones. Tiene continuidad indefinida y su "élite"
              de "elegidos" es hereditaria.
                 El Consejo de Relaciones desarrolla su plan a través del
              Poder Formal de la Casa Blanca y del Congreso. Lo hace al
              recomendarles a tales o cuales personas para que ocupen los
              puestos estratégicos. Por ejemplo, el Departamento de Estado,
              el Pentágono, el Consejo de Seguridad Nacional,la emisión de
              dinero, el manejo del crédito y de los intereses, etc.
                 El pueblo de Estados Unidos no se siente bajo el domi-
              nio del C.R.E., ya que éste pasa prudentemente inadvertido
              como un conjunto de personajes distinguidos y de éxito.
              ¿Qué  de  extraño tiene que  cada nuevo régimen  político
              aproveche a varios de esos hombres para puestos eminen-
              tes?  ... Y si alguien se atreve a mencionar que hay algo sos-
              pechoso (como "un gobierno paralelo"), se le hace el vacío
              o se le ridiculiza como "cazador de brujas".
                 Así  les ocurrió al  senador McCarthy,  al  secretario Fo-
              rrestal y al senador McDonald. (Este último murió en agos-
              to de 1983 cuando el avión de pasajeros en que viajaba fue
              derribado cerca de Corea por un avión soviético. Hubo gran
              conmoción pública dos días, y luego el silencio).
                 El  pueblo estadounidense actúa  en las elecciones.  Es
              decir, puede participar en la formación del  Poder Visible,
              pero no dispone de  ningún recurso para participar en el
              Poder Real.  En las grandes decisiones -dice el historiador
              Adrián Salbuchi- no puede meter ni un dedo.
                 Pues bien, el Poder Real es el que conduce el actual pro-
              ceso de Globalización, que ciertamente no se encamina a
              unir a los países, sino a romperles su soberanía, a irles bo-
              rrando su propia identidad,  a  debilitarlos con disolución
              social y a someterlos a un control centralmente planeado.
                 El poder más formidable es el Arma Económica de hoy.
              Tiene a su servicio a todos los recursos humanos. Así  ha
              sido desde que en 1945 sepultó a la otra Opción Económi-
              ca que le cerraba el paso.

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