Page 24 - Egipto Tomo 1
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                                      ALEJANDRIA ANTIGUA
                 numerosos buques; v en el lago podían encontrar cómodo fondeadero miles de botes del Kilo.
                 Una ciudad levantada entre  la  isla y  el lago reunía, pues, las mejores condenes as, para
                 el comercio de importación como para  el de exportación, y la vida belén,ca pudo desen-
                 volverse aquí tanto más desembarazadamente, cuanto ménos importante era  la poblacon
                 egipcia que estaba llamada á reemplazai
                   Homero habia dicho ya en La Odisea: (a, 354-3oo).
                                  Nr^oc fc'-'á  'ZKg Jgcz  ivi tÓ'/tü),
                                      iwpouápoiB* —  os  s vj.'xAy,c¿olc-v.
                                Bañada por el mar de innúmeras o'leadas,
                                        1 álzase una isla.— Faro es su nomúre.
                                Frente al Egipto
                   Según tradición antiquísima, hallándose Alejandro en Rhakotis, oyó en sueños estas pala-
                 bras de boca de un venerable anciano, que se  le apareció en tanto se hallaba entregado a
                 descanso.















                                      RUINAS DE LAS MURALLAS DE ALEJANDRIA
                                  examen del terreno, y el arquitecto Dinócrates recibió  el encargo
                    Ordenóse la medición y
                  :lc levantar un plano; dió á éste la figura de un manto ó escudo griego, ó inmediatamente
                                                                         la
                  5e p UJj mano á la obra. Para determinar la dirección que habían de seguir las calles y
                                                                   esparciendo
                  figura que debian afectar las plazas, trazáronse los lincamientos sembrando y
                  blanca creta sobre la superficie del suelo en  el terreno llano; mas como ésta se concluyera
                  suplióse su  falta echando mano de  los grandes acopios  de harina dispuestos para  los
                          Aquí cuenta la tradición que apenas se habia echado  la harina en  el suelo,
                  jornaleros.
                  vinieron por los aires innumerables bandadas de pájaros para gozar de aquel regalo,  y
                  que Alejandro saludó la aparición de los huéspedes alados como  feliz agüero del rápido
                  florecimiento y de las futuras riquezas de la ciudad.
                    Asi llama Homero al Kilo. Hesiodo fué el primero que le dió el nombre que lleva actualmente .- (Nota del Traductor).
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