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            De hecho, se constata una vinculación a nivel de cam-  sión y ampliación del corpus estadístico recopilado para
         bios macroeconómicos y sociales entre el Alto Guadal-  afinar más la lectura interpretativa de sus resultados, en
         quivir (Cástulo, Gil de Olid) y el Bajo Segura (Cabezo  consonancia con un enfoque cronológico más preciso.
         Lucero) en el período 450-375, a la que se suma Pozo  La comunidad científica no puede ignorar por más tiem-
         Moro en 400-375. A partir de ahí, hacia el 375, se rompe  po la trascendencia de la metodología propuesta si real-
         esa unidad social entre ambas regiones aun cuando con-  mente desea avanzar con fundamento. Es más, las cien-
         tinúe la económica, formándose dos agrupaciones, una  cias sociales o humanas nunca saldrán de su largo letar-
         donde se observa Pozo Moro claramente conectado con  go si no siguen firmemente la senda de la cuantificación
         el Alto Guadalquivir (Gil de Olid), y otra en la cuenca  lógica en sus pesquisas.
         del Segura, donde Cabezo Lucero comparte las mismas    Además, la aplicabilidad de nuestra propuesta meto-
         tendencias que El Cigarralejo. Curiosamente, entre 350-  dológica a otras sociedades complejas, jerarquizadas o
         300, Gil de Olid vuelve a vincularse con la citada zona  estratificadas distintas de las ibéricas, está cosechando
         levantina, representada ahora por Cabecico del Tesoro.  progresos sumamente notorios, como es el caso de la in-
         ¿Es una coincidencia o pudiera existir además un nexo  vestigación en curso sobre algunos cementerios romanos
         político entre ambas comunidades? Esperamos que futu-  de Hispania cuyos resultados verán próximamente la luz.
         ras investigaciones aporten datos objetivos para aclarar-
         lo. En este contexto, tras el abandono de Puente Tablas a  PASCUAL IZQUIERDO EGEA, nacido en los últimos días de
         mediados del siglo IV, tiene lugar la destrucción de La  1959, obtuvo el grado de Doctor cum laude en Filosofía
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         Bastida de les Alcuses  y la de Cabezo Lucero que, ade-  y Letras (Historia) a finales de 1993 en la Universidad
         más, es abandonado. La conexión del primer poblado con  Autónoma de Barcelona, defendiendo la tesis Análisis
         el Alto Guadalquivir parece clara, sobre todo, a partir de  funerario y reconstrucción histórica de las formaciones
         sus documentos en escritura ibérica meridional.      sociales íberas. Entre sus logros más relevantes, sobre-
            En otro orden de cosas, todos los casos contemplados  sale el haber descubierto y aislado los ciclos económi-
         muestran una regularidad: la proporcionalidad directa en-  cos de la protohistoria ibérica, gracias a la aplicación
         tre el nivel de diferenciación social y la asimetría de las  del método de valoración contextual de los bienes fune-
         relaciones interindividuales inherentes. Es decir, a ma-  rarios, concebido y desarrollado durante el período 1989-
         yor diferenciación, mayor asimetría y viceversa.     1993. Es fundador, director y editor de la revista Ar-
            Por último, tampoco debe olvidarse la conveniencia  queología Iberoamericana. La investigación aquí publi-
         de proseguir y profundizar los estudios microeconómi-  cada fue iniciada en 2008.
         cos, no menos prometedores que los macroeconómicos,
         como se vio a propósito de las equivalencias de los meta-
         les preciosos respecto a otros bienes funerarios. Una  BIBLIOGRAFÍA
         muestra de las posibilidades de esta nueva línea de in-
         vestigación fue expuesta en un trabajo pionero referido a  ALCALÁ-ZAMORA, L. 2004. La necrópolis ibérica de Pozo
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         las cerámicas áticas  que, no obstante, puede ampliarse  Moro. Madrid: Real Academia de la Historia.
         significativamente considerando la influencia de facto-  ALMAGRO GORBEA, M.
         res como la distancia en el valor contextual medido.  — 1976. Informe sobre las excavaciones de Pozo Moro
                                                                 (Chinchilla, Albacete). Noticiario Arqueológico Hispá-
         Reflexión final                                         nico 5: 379-383.
                                                              — 1982. Tumbas de cámara y cajas funerarias ibéricas. Su
            Hoy por hoy, ya nadie puede negar que la composi-    interpretación socio-cultural y la delimitación del área
         ción de los ajuares registra las oscilaciones de la econo-  cultural ibérica de los bastetanos. En Homenaje a Con-
         mía como si fuese un libro oculto escrito en clave a la  chita Fernández Chicarro, pp. 249-257. Madrid: Minis-
         espera de que alguien lo descifre... Sin embargo,  aunque  terio de Cultura.
         reste mucho por hacer, es preciso seguir esta fructífera  ARANEGUI GASCÓ, C. 1992. La necrópolis de Cabezo Luce-
         línea de investigación, con sus correspondientes bifurca-  ro (Guardamar del Segura, Alicante). En Congreso de
         ciones, dentro de una estrategia multidisciplinar para am-  Arqueología Ibérica: las necrópolis (Madrid, 1991), ed.
         pliar nuestro conocimiento objetivo del pasado protohis-  J. Blánquez y V. Antona, pp. 169-188. Madrid: Univer-
         tórico de los pueblos íberos. Entre las numerosas tareas  sidad Autónoma de Madrid.
         que deberán acometerse, habrá que proceder a una revi-  ARANEGUI, C., A. JODIN, E. LLOBREGAT, P. ROUILLARD Y J.
                                                                 UROZ. 1993. La nécropole ibérique de Cabezo Lucero
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              Cf. Díes y Álvarez (1997: 147).
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              Cf. Izquierdo Egea (1993).                         Casa de Velázquez-Diputación Provincial de Alicante.
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