Page 22 - ARQUEOLOGIA IBEROAMERICANA
P. 22
22 ARQUEOLOGIA IBEROAMERICANA 2 (2009) ISSN 1989–4104
De hecho, se constata una vinculación a nivel de cam- sión y ampliación del corpus estadístico recopilado para
bios macroeconómicos y sociales entre el Alto Guadal- afinar más la lectura interpretativa de sus resultados, en
quivir (Cástulo, Gil de Olid) y el Bajo Segura (Cabezo consonancia con un enfoque cronológico más preciso.
Lucero) en el período 450-375, a la que se suma Pozo La comunidad científica no puede ignorar por más tiem-
Moro en 400-375. A partir de ahí, hacia el 375, se rompe po la trascendencia de la metodología propuesta si real-
esa unidad social entre ambas regiones aun cuando con- mente desea avanzar con fundamento. Es más, las cien-
tinúe la económica, formándose dos agrupaciones, una cias sociales o humanas nunca saldrán de su largo letar-
donde se observa Pozo Moro claramente conectado con go si no siguen firmemente la senda de la cuantificación
el Alto Guadalquivir (Gil de Olid), y otra en la cuenca lógica en sus pesquisas.
del Segura, donde Cabezo Lucero comparte las mismas Además, la aplicabilidad de nuestra propuesta meto-
tendencias que El Cigarralejo. Curiosamente, entre 350- dológica a otras sociedades complejas, jerarquizadas o
300, Gil de Olid vuelve a vincularse con la citada zona estratificadas distintas de las ibéricas, está cosechando
levantina, representada ahora por Cabecico del Tesoro. progresos sumamente notorios, como es el caso de la in-
¿Es una coincidencia o pudiera existir además un nexo vestigación en curso sobre algunos cementerios romanos
político entre ambas comunidades? Esperamos que futu- de Hispania cuyos resultados verán próximamente la luz.
ras investigaciones aporten datos objetivos para aclarar-
lo. En este contexto, tras el abandono de Puente Tablas a PASCUAL IZQUIERDO EGEA, nacido en los últimos días de
mediados del siglo IV, tiene lugar la destrucción de La 1959, obtuvo el grado de Doctor cum laude en Filosofía
54
Bastida de les Alcuses y la de Cabezo Lucero que, ade- y Letras (Historia) a finales de 1993 en la Universidad
más, es abandonado. La conexión del primer poblado con Autónoma de Barcelona, defendiendo la tesis Análisis
el Alto Guadalquivir parece clara, sobre todo, a partir de funerario y reconstrucción histórica de las formaciones
sus documentos en escritura ibérica meridional. sociales íberas. Entre sus logros más relevantes, sobre-
En otro orden de cosas, todos los casos contemplados sale el haber descubierto y aislado los ciclos económi-
muestran una regularidad: la proporcionalidad directa en- cos de la protohistoria ibérica, gracias a la aplicación
tre el nivel de diferenciación social y la asimetría de las del método de valoración contextual de los bienes fune-
relaciones interindividuales inherentes. Es decir, a ma- rarios, concebido y desarrollado durante el período 1989-
yor diferenciación, mayor asimetría y viceversa. 1993. Es fundador, director y editor de la revista Ar-
Por último, tampoco debe olvidarse la conveniencia queología Iberoamericana. La investigación aquí publi-
de proseguir y profundizar los estudios microeconómi- cada fue iniciada en 2008.
cos, no menos prometedores que los macroeconómicos,
como se vio a propósito de las equivalencias de los meta-
les preciosos respecto a otros bienes funerarios. Una BIBLIOGRAFÍA
muestra de las posibilidades de esta nueva línea de in-
vestigación fue expuesta en un trabajo pionero referido a ALCALÁ-ZAMORA, L. 2004. La necrópolis ibérica de Pozo
55
las cerámicas áticas que, no obstante, puede ampliarse Moro. Madrid: Real Academia de la Historia.
significativamente considerando la influencia de facto- ALMAGRO GORBEA, M.
res como la distancia en el valor contextual medido. — 1976. Informe sobre las excavaciones de Pozo Moro
(Chinchilla, Albacete). Noticiario Arqueológico Hispá-
Reflexión final nico 5: 379-383.
— 1982. Tumbas de cámara y cajas funerarias ibéricas. Su
Hoy por hoy, ya nadie puede negar que la composi- interpretación socio-cultural y la delimitación del área
ción de los ajuares registra las oscilaciones de la econo- cultural ibérica de los bastetanos. En Homenaje a Con-
mía como si fuese un libro oculto escrito en clave a la chita Fernández Chicarro, pp. 249-257. Madrid: Minis-
espera de que alguien lo descifre... Sin embargo, aunque terio de Cultura.
reste mucho por hacer, es preciso seguir esta fructífera ARANEGUI GASCÓ, C. 1992. La necrópolis de Cabezo Luce-
línea de investigación, con sus correspondientes bifurca- ro (Guardamar del Segura, Alicante). En Congreso de
ciones, dentro de una estrategia multidisciplinar para am- Arqueología Ibérica: las necrópolis (Madrid, 1991), ed.
pliar nuestro conocimiento objetivo del pasado protohis- J. Blánquez y V. Antona, pp. 169-188. Madrid: Univer-
tórico de los pueblos íberos. Entre las numerosas tareas sidad Autónoma de Madrid.
que deberán acometerse, habrá que proceder a una revi- ARANEGUI, C., A. JODIN, E. LLOBREGAT, P. ROUILLARD Y J.
UROZ. 1993. La nécropole ibérique de Cabezo Lucero
54 (Guardamar del Segura, Alicante). Madrid-Alicante:
Cf. Díes y Álvarez (1997: 147).
55
Cf. Izquierdo Egea (1993). Casa de Velázquez-Diputación Provincial de Alicante.