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146        Armando Montoya Jordán    |    El Azufre Rojo VIII (2020), 125-152.    |    ISSN: 2341-1368





               por ser organizaciones iniciáticas cuyos métodos de af liación y aceptación eran harto di-
               fíciles, debido esencialmente al caracter arduo de las pruebas que tenían por f nalidad elegir
               entre los mejores aspirantes, aquellos con una exigencia espiritual profundamente marcada.
               Esa era la denominada senda del Ğalāl  -o senda del rigor- y que caracterizó por siglos la vía
               de acceso a cualquier cofradía sufí. No obstante, a la mirada de los maestros sufís, el destino
               exigía un cambio profundo de la función esotérica de los ṭuruq, un cambio acorde con los
               tiempos. Fue a raíz de esa visión que los maestros sufís instauraran, a partir de entonces,
               la era del Ǧamal -o senda de la belleza, lo que, a su vez, tuvo enormes repercusiones en lo
               concerniente a la presencia e inf uencia de los ṭuruq en el ámbito social, como nunca antes se
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               había visto en la historia del Islam . Dicha apertura de los ṭuruq fue una respuesta providen-
               cial de los maestros sufís destinada a hacer que la baraka, o gracias divina, f uyera de manera
               abierta y directa en la comunidad islámica, y hacer frente, de esta manera, a la perniciosa
               inf uencia de las formas culturales foráneas que ya habían empezado a manifestar entre la
               población musulmana. De este modo, los maestros sufís enfocaron sus esfuerzos en la for-
               mación espiritual -tarbiya- como el método más ef caz para la realización del ǧihād mayor, ya
               que, desde su persectva, esta era la forma más recomendable de combate contra la presencia
               colonialista. Esta actitud de distanciamiento espiritual les granjeó la hostilidad y la opresión
               por parte de las autoridades europeas quienes, por un lado buscaban a toda costa controlar
               la inf uencia que ejercían los maestros sufís y, por otro, utilizaban todas las artimañas posibles
                                                                         41
               para poder benef ciarse políticamente de su inf uencia social .








               BELLEZA Y CONTEMPLATIVIDAD COMO FORMAS DE ǦIHĀD MAYOR


               40 “Les méthodes suivies dans l’enseignement du suf sme correspondent a deux types de la voie
               spirituelle qui se distinguent en voie ‘Jalāliyya’ (voie de la Rigueur) et voie ‘Jamāliyyah’ (voie de la
               Beauté). La premiere privilégiant la Rigueur et la seconde la Miséricorde divine. L’adoption de telle
               et telle méthode ne dépend aucunement d’un choix individuel . La méthode adoptée est en réalite
               l’expression extériuere de la réalité spirituelle du maitre”, Faouzi Skali, La Voi Souf e, Paris, Albin Mi-
               chel, 1993, p. 161.
               41 “La actitud vacilante que en lo sucesivo mostraron las autoridades francesas era resultado de una
               contradicción interna que había estado presente desde el principio: los marroquíes de mentalidad
               progresista, los que más habían de temer ahora los gobernantes europeos, eran al mismo tiempo los
               que les eran ideológicamente más próximos, mientras que los círculos tradicionales, a los que nece-
               sitaban para que les ayudaran a mantener el status quo, les eran espiritualmente ajenos. No podían
               utilizarlos para sus f nes sin destruirlos y sin devaluar su función tradicional al mismo tiempo”, Titus
               Burckhardt, Ibid, p. 241.
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