Page 187 - Historia del Reino de Quito en la America Meridional Vol 1
P. 187

dd ejerekb -cs~po&l para  el  aumentb.  Toda, la  fiersa  que  aclqniure
        ripr ea  progreari  del  tiempo,  ea  6  medida  del corporal  ejer.
                 rY
     efais.  El  que  once  con  alguna  robustex  en  crirna  frh, si re &a 6 una
     dds ecioea,  sedantaria  y  sin fatiga,  es  siemprd' dgbil,  sin  Eueraas, sin
     rigor  6  inaapaa  de  sobrellevar  unm  repeniina.ktiga.  El que  naca  en  .
     @lima cnliente, dme tobusto,  ai se hace  a1  trabnjo,  aunque sea Ame-
     ricano,  y m  el  infernal calor del  Pari,  hace  lo  que  no  pvrede  hacer
     un  African0  6 unEuropen.  Todo  esto  es  eridente,  J  por  eRo  mismgl
     &wegun&o: &no ee  esto  mismo  lo que sucede  y se ve  en todrs  Ias pBr,
     $86 del  mundo? iPor  qui& pues,  haam  tanto  misterio y  tanto  ruido  ai
     mr on  Indian0  d6bil.  por  ocioso  y  no  acoetumbrndo  PI  trrbejo?.gKa
     se  sabe  que  este  es  todo  el  principio  y causa  de  las fuerzas 6, de la
     Mta be  ellas? guee para  qu6 prdcr intitilmente el tiempo  em  , buscar   '
     otrss? iPara  qu6  atribuir  6  la  falb de  apetitu,  CWR~O 61  rnismq  EO&
     fiesa,  que  10% que  trabajan  son  roraces?  Si conoce  Ja  vrrdaderq aqa,
     icon  qub jueticia  atribuye la  dvbilidad  d  cadter de  la  netSon,  B la
     cah rin barbs, d la pier liea J  a1 vicio  fisico en la furrnaciaa del cuerpoP
         16.  lrocede con  tres  lamifiestas  ginramones  en  este  punto.  Pri-
     -men,  hacerla  frlta de  barba  y  pel0  crricrer  propio &e Ius  Ameriea-
     nos. Segunda, bacer  era frlta  igual  y  general  pa todos.  Tereera,  io-   -
     ferir de esa felta la debilidad de fuerms,  sobre que mnja  tan  conrinuada-
     mente  que atedir  6  lcra  leyentes. Cuan  srndo iwq *.modo  de  pensai
     lo demuestran 10s  Chinos, 10s  Tdrtaroe, 10s sha5 y lor Honos,  de quit
     nes'wseguran  iwlmente 10s  historiadores y  viageros,  que @on' imbei
     bee, y de pie1 lisr,  mas no d6biles de fueraas.  Lo:  otros  pueblos  ente
     ros del Asia  y  del  Afrira que  son  del  mismo  modo,  no muesttan  de
     bilidad  niogunn.  Lo  que yo  puedo  nsegurar  es,  qre  entre  tantos  mi-
     Ilsres  de  negrog  Africanos  que  he  viato  y experimenlndu,  son may
     raros 10s  de  bark  poblada:  poeos  10s  que  tienen  algunos pclos;  y Ias
     mas entewtnente  lisos de barbs y  cuerpo.  No obztante,  tengo y  tienen
     todos  exparieseia,  que em6 negros  imberbes  y  lisoa, son  generalmen-
     %e mas forzudos  que  lar naciones  barbudas.  Las barbs,  6  mi  jaieio,
    'ne eoq  sehl  de rigor  y  fuerzas.  sin0  ds humores  escrementicioa,  de
     inmuadicia y  de  ineomodidad.  A mas de  -6,  vrrirs  naciones enteras
    .de  -Indimbe rre  hau  encontrado  con  barba  mas  0  mbnoe  poblada,  co-
     mo  consta de  varioe  mcritsren,  dmde  el  primero  quo  foi Vespneio.
     Agegura  este,.que  Ira  abarrecian,  por pareeerles  eosa fea.  El Inca Gar-
     cilaeo ahsce  memoria  del gran  trnhjo  con  que  se  Ias  arranerban  loa
     ihrntmoB,  por  la  rnisrna  raaon.  Yo  bar6  memoria  de  algunaa  maeio-
     nu!,   cuando hable  de  Ins  del Reino  de  Quito.
        ' a$.  Gaarte rrepero: confieen  que loa Arnericanos son 0n tadas partes
    f
     exentos  de 111s  tnfermedades  que  sfligeu  6  Ias  naciones  culta~. Nin-
      and,  dice,  de  apEaellus 'pw SOB  el- acstwab tfacto  de  la  disdd~,
     %u vfd6 jamm.  Aqui  entiendo yo,  p entenderd  cualquiera,  que ha-
     bh del  md venereo;  porque  este  BS  uno  p  quid el  princip.1  efde
     de  Is  dilmlucion,  6  6  lo  &nos   no  ae  pucde  negar  que  sea  BIIO  de
     80s  efectue.  Ahora,  puw,  quih excluye tab 10s  efectos  de  la di-
     soldon,  exelupe  neceesriamente  el  del mal  vewrtm.  Naa prm qw
   182   183   184   185   186   187   188   189   190   191   192