Page 206 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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1 7 2         HISTORIA
                          1810. pojo  de los bienes  de  la  Iglesia,  por  mas  de los que  sin  serlo  veian  cierta  cosa  de  1810.
                                que  estuviese  persuadido  que  se  le  ha-  divino  y  celestial  en  el  Vicario  de  Jesu-
                                bían  de  arrancar  á  la  fuerza. En  el  mis-  cristo ,  que  desde  aquel  dia  contaron  que
                                mo  dia  de  la  batalla  de  Wagram  el  ge-  el  fin de  Bonaparte  habia  de  ser  el  fin
                                neral  de  la  gendarmería,  Radet,  inti-  ordinario  de  los  famosos  tiranos.
                                mó  á  su  Santidad  las  mismas  proposi-  Pió  VII  fue  trasladado  por  orden  de
                                ciones  que  le habia  hecho  el  Rey  de  Ná-  Bonaparte  á  Savona,  donde  rehusó  to-
                                poles,  con  la  amenaza  de  hacerle  ceder  das las ofertas  que le hizo el  Emperador;
                                á  la  violencia;  y  á  la  negativa  del  Papa  y aun  del  palacio  en  que  se le  alojó,  so-
                                se  apoderó  de  su  persona  y  lo  trasladó  lo quiso admitir  una  reducida  habitación
                                á  Florencia.  A  su salida mandó  publicar  en  la  cual  pasó  una  vida  la  mas  retira-
                                la  bula  de  excomunión  contra  Bonapar-  da durante  su  cautiverio.  Los  viajes  del
                                te  que  estaba  firmada  desde  el  10  de ju-  Papa  eran  un  verdadero  triunfo  que  lle-
                                nio:  excomunión  que  fue  objeto  de  risa  naba  de  confusion  y  vergüenza  á  sus
                                para  todos  aquellos  que  pensaban  que,  enemigos,  que  habiendo  sido testigos del
                                aun  cuando  por  el  orden  natural  de  co-  entusiasmo  con  que  en  París  se  celebra-
                                sas  el  imperio  de  Napoleon  hubiese  de
                                                                          ban  los  ignominiosos  triunfos  del  usur-
                                ser .eterno é indestructible,  no habia  me-
                                                                          pador ,  hallaban  una  diferencia  tan  in-
                                dios  sobrenaturales  en  los  tesoros  de  la
                                                                          mensa  entre  los  efectos  que  producían
                                Providencia  para  humillar  el  orgullo  de
                                                                          estos  y  aquel,  como  la  hay  entre  lo  hu-
                                los  tiranos;  pero  que  produjo  tal  efecto
                                                                          mano  y  lo  divino,  entre  lo  terreno  y  lo
                                en  el  espíritu  de  los  fieles,  y  aun  en  el
                                                                          celestial.  De todos los  pueblos  y  de  todas
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