Page 210 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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DE  NAPOLEON.        1 7 7
                                 4 7 8         HISTORIA
                                                                         vosa  contribución  llamada  de  derechos  1810.
                          -1810. encerrados  sin  concurso  de  ningún  tri-
                                                                         reunidos.
                                bunal  y  sin  ninguna  forma  de  proceso
                                                                           La  política  fementida  de  Bonaparte
                                los  que  fuesen  declarados  reos de  estado
                                                                         no  se  contenia  en  los  límites  de  las  na-
                                por  una  orden  reservada  dada  por  el
                                consejo privado  á petición  de un  solo  mi-  ciones  que  confinaban  con  el  Imperio:
                                nistro.  Este  odioso y bárbaro  tribunal  no  la  extendía  hasta  los  pueblos  mas  dis-
                                solo  tenia  facultad  de  confiscar  los  bie-  tantes  de  la  Europa.  Hacia  tiempo  que
                                                                         la Suecia  era  objeto  de  sus  cuidados.  No
                                nes  de  las  víctimas,  sino  que- basta  po-
                                                                         había  podido  atraer  á  su  partido  al  Rey
                                 dia  negar  á  estas  el  derecho  de  comu-
                                                                         Gustavo;  porque  este  conocía  mejor  que
                                 nicarse  con  sus  familias  é  instruirlas  de
                                                                         otro  alguno  las  malas  artes  de  Bonapar-
                                 sus  padecimientos  y  vejaciones.  Otro
                                                                          te , y  el objeto  perverso  de todas sus  mi-
                                 decreto  sobre  imprenta  y  librería  aca-
                                                                          ras.  Por  esto jamás  quiso declararse  con-
                                 bó  de  destruir  la  libertad  de  la  pren-
                                                                          tra  la  Inglaterra.  Pero  ya  que  Bonapar-
                                 sa ,  de  que  tan  celosos  se  habían  mani-  te no  pudo  dictarle  la  ley  por las  armas,
                                 festado  los  franceses,  y  por  la  cual  hu-  atizó  el  fuego  del  descontento  en  aquel
                                 bieran  movido  una  revolución  si  se  hu-  reino;  y  por  medio  de  sus  agentes  secre-
                                 biesen  hallado  bajo  el  gobierno  paternal  tos  hizo  conspirar  contra  Gustavo,  que
                                 de  un  Rey  legítimo,  al  paso  que  se  resig-  al  cabo  fue  destronado  y  expelido  del
                                 naron  con  estupidez  bajo  la  bárbara  do-  reino  por  sus  mismos  subditos.  La  in-
                                 minación  de  un  tirano,  á  quien  ellos  triga  no  paró  aquí;  además  hizo  que  los
                                 mismos  habían  levantado  del  polvo  de  mismos  estados  de  Suecia,  dirigidos  por
                                 la  tierra.  Se había  ya  establecido  la  gra-   12
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