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horario y reglas estrictos? La razón es, de igual ma- nera, la intervención de la libertad. Libertad para no sentirse como el resto de los escritores. Libertad para ser metódico y desempeñar su trabajo de la manera en la que mejor se sienta.
Aunque haya un esfuerzo por estar continua- mente escribiendo, no todos los días la mente se encuentra preparada ni en las mejores condiciones. En la anterior obra del autor De qué hablo cuando hablo de correr (2010), reflexiona sobre este hecho y cuenta la necesidad de tener “la mente estimulada y oxigenarla para recargar la dosis de creatividad”. De esta manera se evidencia que, aunque sea relati- vamente sencillo escribir una novela, no lo es tanto ser un buen novelista durante el paso del tiempo.
Ha de prestarse mucha atención al cuidado de la creatividad y la originalidad. Murakami nos descri- be su visión de la originalidad, y como acostumbra, bajo el prisma de la música: “Un escalofrío que te recorre de arriba abajo cuando escuchas por prime- ra vez una canción perfecta y ves en ella su excep- cionalidad y su distinción con lo que le precede”. Es un objetivo realmente difícil y lo decidirá el trascur- so del tiempo.
Puede que el convertirse en buen escritor provenga de saber ver, escuchar
y ser capaz de seguir un impulso interior
Muy ligado a alcanzar la originalidad, se encuen- tra el disfrutar. “Si escribir no resulta divertido, no tiene ningún sentido hacerlo”. Murakami comparte en su obra el momento de felicidad que supone para él el hecho diario de sentarse y comenzar a escribir, cuando se fusionan diversión y libertad. Quizás
sea la razón de que nunca haya aceptado encargos. Él escribe y habla sobre lo que su corazón necesita hablar. En este sentido, considera que la obligación conlleva intrínsecamente un rechazo y lo evidencia cuando opina sobre el método académico que se imparte hoy en día. Obligar a estudiar no es el ca-
mino para conseguir la realización de los estudian- tes. Murakami cuenta en primera persona cómo vivió la escuela y critica el hecho de no potenciar el interés de los niños e impartir a todos los mismos conocimientos para que estos acaben alojados en sus ‘tumbas del conocimiento’. Él adoraba leer, pero caía aburrido y desinteresado ante los libros de tex- to escolares. “Cuando algo nos interesa y nos mueve profundizamos en ello, nos esforzamos y nunca lo dejamos de lado”.
En definitiva, Murakami confiesa que no ha se- guido unos pasos concretos o establecidos para lle- gar a ser un escritor de éxito. Incluso, su vida se dio al revés de como hubiera imaginado. Se casó antes de acabar la universidad y abrió un bar de música que le hizo endeudarse. Fue entonces cuando de dispuso a escribir una novela. A fin de cuentas, es un hombre positivo que extrae de toda circunstan- cia y hecho, una lección. “De todo se aprende. Y los errores sirven para avanzar y afianzar”.
Quizá ser uno de los mejores escritores de la ac- tualidad sea un regalo ‘caído del cielo’. O quizá haya que estar atento y ser capaz de dejarlo todo para seguir esa llamada. Murakami afirma que “escribir novelas fue una capacidad que me fue otorgada. Es- toy agradecido y supe seguir esa intuición. Atrapé la oportunidad por puro azar y hoy me siento orgullo- so de poder decir que sigo cuidando de ella”.
Es evidente que el mundo intuitivo y las sensacio- nes conforman el motor que dirige a Murakami. Des- de que recibió esa epifanía hasta que decide empezar una nueva obra. Sus sensaciones y su estado físico y anímico son los rumbos que marcan su vida litera- ria, junto con su inseparable compañera, la música.
Murakami es para muchos un gran referente en el panorama literario actual. Un novelista que escribe desde su corazón para el corazón de sus lectores. w
Escribir debe suponer un momento de felicidad y diversión, de lo contrario carecería de sentido hacerlo
29 | VILLA McLUHAN | WGO? 2018 HARUKI MURAKAMI. DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE ESCRIBIR