Page 282 - Novelas
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274 OBRAS DE SELGAS.
las barbas); bien sabía yo que era un malva-
do. /. . ¡ Aquella cara. . . . aquel aire ! . . . Llevaba el
.
crimen escrito en la frente. Y esto es horrible
¡ ! . . .
¡La misma víctima fué la que detuvo el brazo de
mi autoridad !....
— ; El pintor !— exclamó el Juez asombrado,
— Pintor! (repitió el Alcalde.) ¡Qué pintor
;
ni qué niño muerto! Ese era el disfraz en que se
ocultaba el foragido. Conquistó la confianza de
la viuda , averiguó dónde tenía el dinero, se
enteró de las entradas y salidas , meditó su cri-
men , dió el golpe, y ha desaparecido. Ahí está
su maleta con cuatro camisas y su cartera con
cuatro pintarrajos. Este es el hecho que salta á
la vista.
Tan tremenda especie se divulgó con veloci-
dad increíble, y la sensación fué profunda. Las
gentes se- miraban con ojos atónitos, y todo lo
veían claro como la luz del día.
M. Germán era el ladrón y el asesino.