Page 196 - Cómo no escribir una novela
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Y ahora coge tu libro y cambia todos los nombres.
Estimado editor:
… y si me devuelve firmado este contrato confidencial, yo le enviaré mi
novela, pero tendrá que prometerme que no se la enseñará a nadie…
Los autores que aún no han publicado tienden a preocuparse más que los autores
consagrados respecto de la posibilidad de que alguien les pueda robar sus ideas. Esto
ocurre porque los escritores profesionales saben que lo importante no son las ideas
sino el desarrollo de esas ideas. En la industria del cine es muy distinto: una idea para
escribir una historia ya es una propiedad intelectual, que puede venderse
separadamente de su guión. Sí, una trama inteligente y original con un gancho
irresistible está muy bien para empezar, pero apenas se dan casos de robos de tramas en
la industria editorial. Ningún editor a quien envíes tu novela te robará tu trama.
Estimado Editor en Jefe del Megagrupo Editorial:
… y tiene usted la suerte de que yo le ofrezca la posibilidad de publicar mi
novela. Puedo asegurarle que podrá ponerse una medalla cuando recoja el
Nobel por mi novela, porque seguramente no me olvidaré de mencionarlo en
mi discurso de aceptación.
Soy un hombre muy ocupado y quiero ver este libro en las librerías dentro
de seis semanas a contar desde hoy, así que sólo tiene usted unos pocos días
para tomar la decisión más importante de su carrera profesional…
La confianza en uno mismo es de gran ayuda en el mundo de los negocios, pero todo lo
que conseguirás fanfarroneando en tu carta de presentación es que el editor disfrute
haciéndola mil pedazos.
Como aún no has publicado y eres desconocido, eres como ese individuo que
rellena una solicitud de trabajo en una gran empresa. De la misma forma que no
enviarías a Bill Gates un currículum con una carta adjunta en la que le dijeras que su
negocio de pacotilla se vendrá abajo sin tu oportuna ayuda, adoptar una actitud
prepotente al presentar tu novela no es lo más aconsejable.
Estimado Mr. Perkins: