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REDACCIÓN DE TEXTOS







               Puedes  comer  cuanta  fruta quieras.
               Aquí  tienes  fruta. Puedes  comer  cuanta  quieras.


            CUYO, CUYA, CUYOS y CUYAS


               Son determinantes y concuerdan con los sustantivos a los que preceden.


            EJEMPLOS:


               Eligió  un libro en cuya  portada  había un paisaje.


               Conviene distinguir “que” partícula de “que” relativo. Como relativo, QUE se usa para reproducir
            un concepto anterior —antecedente— relacionado éste con otra oración de la que el pronombre forma
            parte. A veces puede sustituirse por “el cual”, “los cuales”, etc. Ejemplo: El hombre que (el cual) te
            atacó.


               En  la mayoría  de  los  casos  equivale  a un  demostrativo.  Así,  Las  estrellas  son  otros tantos
            soles;  éstos  brillan  con luz propia; se  convierte en:  Las estrellas  son otros tantos soles que  brillan
            con  luz propia.


            QUE


               Como partícula, es invariable e insustituible. Su única misión es la de servir de enlace entre pal-
            abras o frases. Ejemplos: Quiero que vengas. Estaba tan maltrecho que no lo conocí.


               ADVERTENCIA. Hay que tener mucho cuidado con el uso de “que” a lo francés. Es incorrecto.
            Así, no debe decirse: Allí fue que por vez primera vi el mar. Debe escribirse: Allí fue donde por vez
            primera vi el mar.

               Otra expresión frecuente: De este modo fue que se hizo rico. Lo correcto es: De este modo fue como
            se hizo rico. Véase lo que decimos, al hablar del “queísmo”, en la última lección de este capítulo.


            El relativo  “cuyo’’ y su  valor posesivo.


               Para su debido empleo, téngase en cuenta que ‘‘cuyo’’ procede del latín “cutus” y conserva su doble
            valor de relativo y posesivo (de quien, del cual, de quienes, etc.).


               Así, no puede decirse: Vimos una casa, cuya puerta..., es decir, la puerta de la cual casa.


               Correcto es, pues, decir: El avión, cuyas alas...; pero es incorrecto: Había allí un avión, en cuyo
            avión...; ‘‘en el cual” sería lo correcto.


               La Academia permite el uso de ‘cuyo’ cuando concierta con los vocablos “causa”, “ocasión”, “razón”,
            “fin”, “motivo” y otros semejantes.

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