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nunca, que es su cabeza musical. Aún en sus momentos más oscuros
él siempre brilló, eso hay que decirlo, aunque tal vez en algún momento
esa oscuridad opacó todo su brillo. Ahora con Charly podés hablar, está
abierto, escucha. Podemos ir a ver un partido de fútbol en Ecuador y a
comer quesadilla a un mercado en México. Y musicalmente cada vez está
mejor, cada show es mejor que el anterior. Lamentablemente hay mucha
gente que está esperando la patinada, me enteré que circuló una noticia que
decía que se había bajado los pantalones en México. Dejate de joder, me da
bronca todo eso, ¿por qué le tiran mierda? Es un artista híper respetado en
todos lados, donde vamos es una locura, y no es de ahora, estuve muchos
años de gira con él y siempre pasó lo mismo. Me muero con lo que suena
la banda. Los chilenos son divinos, yo los adoro, eran un trío que tocaban
en un bar pero Charly no es ningún boludo, por algo los eligió. Ahora hay
temas como “Rock and roll yo” o “El amor espera” que Los Enfermeros no
grabamos y me encantan, una onda Led Zeppelin alucinante.»
Guitarras dobladas. «Al principio me pareció muy raro estar tocando con
otro guitarrista en la banda de Charly. Pero un día nos encontramos en
el estudio de Palito y me dio la grabación de lo que habían tocado en la
plaza de Luján y me dijo: “Meté tus violas acá arriba, doblá las guitarras”.
Y ahí me empezó a cerrar la cosa, dos violas haciendo base… Y luego en
los ensayos nos empezó a decir dónde debía tocar cada uno. Puede ser
que la banda sea más contundente ahora que en los ’80, un sonido un
poco más duro, siempre hay al menos una guitarra haciendo base, aún
cuando yo estoy haciendo un solo, o Kiuge hace lo suyo. Es un placer, hay
dos personalidades diferentes y las dos guitarras nunca se superponen.
Pero yo miro videos de Ferro (1991) por ejemplo y lo que yo tocaba era
súper rockero. Por eso yo relaciono mucho a Pappo con Charly, para mi
son dos rockeros natos, uno es más pesado, puro riff, y el otro es rock and
roll canción. ¿”Demoliendo hoteles” qué es? Rock and roll. Charly tiene
una escuela de canción muy importante, una facilidad muy grande para
la canción. Y como guitarrista es único, nadie toca como él, no sé qué es,
como que traslada su formación como pianista a la guitarra y simplifica los
acordes de un modo que suena maravillosamente. Ahora dejó de tocar la
viola pero ya la va a agarrar de nuevo.»
Pinamar, verano de 1996. «Me enojé con Charly y fui de frente (durante
el famoso recital en que Charly pervirtió la célebre consigna “Sol sin profesor me decía: “Tenés que tocar media hora por día”. Pero no media hora de
drogas” en “Drogas sin sol”), hicimos un papelón los dos arriba del escenario, “La bamba” o “Satisfaction”, hay que hacer el trabajo sucio, escalas. Y hay que
nos peleamos delante de toda la gente. Fue un horror. Le puse los puntos de lo amar la música. Y con Kiuge me pasa eso: nos juntamos en el hotel y lo primero
que no me gustaba. Sentí que en ese momento era lo que tenía que hacer. Esa que hacemos es sacar las violas y nos ponemos a tocar, sin enchufar, sin nada.»
noche a mi me sacan del escenario y Charly agarra el micrófono y dice: “Esta es
una banda muy rockera, chau”. Y se fue, terminó el concierto. A los tres días me Guitarras. «Mi guitarra clásica es la Telecaster (que aparece en la tapa de
llaman para tocar en Neuquén, yo pensaba que estaría enojado y me lo pasan al su último disco), me acompaña desde que tengo 15 años. Se la compré a un
teléfono: “Negrito, te voy a dar un tirón de orejas, te espero en Aeroparque para guitarrista amigo de mi papá. A veces toco con mi banda en lugares pequeños y
ir a Neuquén”. Ya está, esas cosas fortalecieron la amistad.» me gritan que toque con la Telecaster, muy loco ¿no?, piden la aparición de la
Telecaster. Con Charly también usaba una Kramer blanca y negra, que compré
Los riffs de Charly. «“Rock and roll yo” tiene un riff tremendo (lo canta), complejo, en el 86 en Los Angeles, cuando fuimos a grabar con Miguel Mateos. Lo que
emocionante (canta ahora “Whole lotta love” de Led Zeppelin). Muy bien Charly, pasa es que ahora estoy muy enamorado de una Les Paul y una SG que compré
híper musical. “No toquen”, qué querés que te diga, tiene una cosa media arabesca recientemente. Las Gibson tienen un sonido muy dulce, con Los Enfermeros
que me mata (se pone a bailar como un beduino mientras canta el riff de “No tocaba una Les Paul negra de Charly creo que en “Adela en el carrousel” y me
toquen”)... para mi es eso, súper rockero. El solo de “Cerca de revolución” me gustaba mucho. ¿A quién no le gusta una Gibson? La Les Paul se la compré a
recontracabe, claro. Y algo que me vuelve loco es “Yendo de la cama al linving”… Fabián Giordano (actual sonidista de García), se la compré con los ojos cerrados
qué bien Charly… (canta)… toda la armonía y todo lo que usa Charly siempre es porque si es suya está impecable. Tuve muchas guitarras pero siempre tenía que
tan lindo, tan bello. Es una emoción verlo a Charly tocar, yo siempre le insistía vender una para comprar otra. Pero de la Telecaster no me desprendo. Estuve
para que tocara solos, me muero con sus solos, al piano y en el sintetizador, en el en Rudy’s en New York y Rudy me dijo que me daba 7 u 8 mil dólares. Mi guitarra
Minimoog, por ejemplo. Es que hay que estudiar. Siempre le digo a la gente que tiene palanca que le puse yo… Si la dejo original me daban esa plata. Pero no,
toma clases conmigo que tienen que estudiar, si no la cosa no tiene sentido. Mi ¿para qué? Uno se enamora del instrumento.»

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