Page 6 - Sentido Común
P. 6
Sentido Común
La ciencia llora la muerte de
Stephen Hawking
Stephen Hawking, uno de los científicos más
prestigiosos del siglo XX y quizás el icono más
popular de la ciencia contemporánea, ha muerto
a los 76 años de edad. La Universidad de
Cambridge confirmó que el físico falleció a primera
hora del miércoles 14 de marzo en su casa de la
ciudad británica.
Desde que tenía veinte años, Hawking había vivido
con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una
enfermedad que provoca la muerte de las
neuronas motoras y hace que el cerebro sea
incapaz de controlar los músculos. La salud de
Hawking había empeorado en tiempos recientes.
Hace poco más de un año fue hospitalizado
durante un viaje a Roma.
Tras su fallecimiento se han sucedido las condolencias de científicos de todo el
mundo. El célebre astrofísico y divulgador Neil DeGrasse Tyson, director del
Planetario Hayden de Nueva York, escribió en Twitter: «Su muerte ha dejado un
vacío intelectual tras él. Pero no es un espacio hueco. Imagínenlo como una
especie de energía del vacío que impregna el espaciotiempo y que se resiste a
ser medida».
Raphael Bousso, físico teórico y antiguo alumno de Hawking en la Universidad
de Cambridge, explica que su maestro fue un físico brillante que también
destacó como divulgador: «Son dos destrezas distintas, y Stephen sobresalía en
ambas». Bousso, ahora investigador en la Universidad de California en Berkeley,
recuerda cómo tuvo que aprender a sacudirse su asombro y relajarse con
Hawking. «Stephen era una persona alegre y desenfadada, no le gustaba que
le trataran de una forma excesivamente respetuosa y enrevesada", añade.
El físico británico nació en Oxford en 1942. Fue diagnosticado con ELA a los 21
años, cuando aún cursaba su doctorado en cosmología en la Universidad de
Cambridge. Hawking se percató de que algo raro le pasaba un día que fue con
su madre a patinar sobre hielo, según recordaría durante el discurso de
celebración de su 75.o cumpleaños: «Me caí y tuve grandes dificultades para
levantarme», explicó a la audiencia. «Al principio me deprimí. Parecía que
empeoraba muy rápidamente.»
Aunque en un principio los médicos apenas le dieron unos años de vida, su
enfermedad avanzó con mucha mayor lentitud de lo esperado. Hawking pudo