Page 231 - La sangre manda
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quince minutos.
—Holly, esto no es muy nor…
—Usted no es muy normal, señor Ondowsky. ¿Verdad que no? Vuelva a
llamarme dentro de quince minutos o haré público lo que sé. El tiempo
empezará a contar en cuanto le llegue mi e-mail.
—Holly…
Ella pone fin a la llamada, deja caer el teléfono en la alfombra y,
doblándose por la cintura, coloca la cabeza entre las rodillas y se cubre la cara
con las manos. No te desmayes, se dice. Nada de puñeteros desmayos.
Cuando se recompone —tanto como puede dadas las circunstancias, que
son muy estresantes—, abre el portátil y envía el material que Brad Bell le ha
facilitado. No se molesta en añadir un mensaje. Las imágenes son el mensaje.
Luego espera.
Al cabo de once minutos, se ilumina su teléfono. Lo agarra en el acto,
pero lo deja sonar cuatro veces antes de aceptar la llamada.
Él no se molesta en saludar.
—Eso no demuestra nada. —Sigue siendo el tono perfectamente
modulado del locutor televisivo veterano, pero la calidez ha desaparecido por
completo—. Es consciente de eso, ¿no?
—Espere a que la gente compare su foto como Philip Hannigan con la de
usted delante del colegio con el paquete en las manos. El bigote postizo no
engañará a nadie. Espere a que comparen el espectrograma de la voz de Philip
Hannigan con el espectrograma de la voz de Chet Ondowsky.
—¿Quiénes han de compararlo, Holly? ¿La policía? La echarían de la
comisaría a carcajadas.
—Ah, no, la policía, no —dice Holly—. Puedo conseguir algo mejor que
eso. Si TMZ no está interesada, lo estará Gossip Glutton. O DeepDive. Y
Drudge Report, a esos siempre les gustan las cosas raras. En televisión están
Inside Edition y Celeb. Pero ¿sabe adónde iría primero?
Silencio al otro lado. Pero Holly lo oye respirar.
La respiración de eso.
—A Inside View —dice—. Llevan más de un año con la historia del
Aviador Nocturno; más de dos con el Hombre Delgado. Exprimen a fondo
esas historias. Tiene una tirada de más de tres millones, y se echarán encima
de esto.
—Nadie se cree esa mierda.
Eso no es verdad, y los dos lo saben.
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