Page 104 - En nombre del amor
P. 104

NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
El mar estaba sólo un poco rizado —al cabo de un mes, estaría casi perfecto— y remó sobre el suave oleaje, intentando coger el ritmo. No era un gran surfista —en Bali, había estudiado algunas de las monstruosas olas y había sacudido la cabeza, consciente de que si intentaba cabalgar sobre ellas, probablemente no saldría vivo—, pero era lo bastante bueno como para disfrutar de la actividad.
Estaba acostumbrado a ir solo. Laird era el otro surfista del grupo, pero hacía años que ya no salía con Travis. Ashley y Melinda, dos de sus ex novias, habían hecho surf con él varias veces en el pasado, pero ninguna parecía ser capaz de coincidir con él de improvisto; normalmente, cuando ellas llegaban, él ya estaba recogiendo, y eso únicamente servía para fastidiarle el resto de la mañana. Y para no perder la costumbre, había sido él quien había sugerido la actividad.
Pensó que se sentía un poco decepcionado consigo mismo por elegir siempre el mismo tipo de mujeres. No le extrañaba que Allison y Megan no pararan de amonestarlo. Para ellas debía de ser como ver la misma obra teatral, pero con diferentes actores, y eso sí: siempre con el mismo final. Tumbado sobre la tabla de surf, contemplando las pequeñas ondulaciones a su alrededor, se dio cuenta de que el motivo que había hecho que inicialmente se sintiera atraído por esas mujeres — su aspecto de desvalidas— era el mismo que finalmente lo había empujado a romper la relación. ¿Cómo decía el dicho? Si te has divorciado una vez, es posible que creas que tu ex era el problema. Pero si te has divorciado tres veces, entonces, es evidente que el problema eres tú. De acuerdo, él no se había divorciado, pero de todos modos podía aplicarse el cuento.
Estaba sorprendido de que el día que había pasado con Gabby le hubiera provocado todas aquellas reflexiones acerca de su forma de ser. Gabby, la mujer que lo había acusado falsamente, que lo había evitado constantemente, que lo había contrariado abiertamente, y que después le había expresado repetidamente que estaba enamorada de otro hombre. Increíble.
Detrás de él se acercaba una ola prometedora, y Travis empezó a remar con fuerza, maniobrando hasta colocarse en la mejor posición posible. A pesar del día glorioso y de los placeres del océano, no podía escapar a la verdad: lo que realmente quería era pasar tanto rato como fuera posible con Gabby, durante tanto tiempo como fuera posible.
—Buenos días —dijo Kevin por teléfono, justo cuando Gabby se estaba preparando para salir. Gabby se pasó el auricular al otro hombro.
—¡Ah, hola! ¿Cómo estás?
—Bien. Escucha, sólo quería decirte que siento mucho lo de ayer, cuando me llamaste. Quería llamarte cuando regresé al hotel para disculparme, pero era muy tarde.
—No pasa nada. Por lo visto te lo estabas pasando muy bien.
—No tanto como piensas. La música estaba tan alta que todavía me zumban los oídos. No sé por qué fui con esos chicos. Debería haberme dado cuenta de que me estaba equivocando cuando empezaron a desmadrarse después de la cena, pero alguien tenía que controlarlos.
—Y estoy segura de que tú fuiste un modelo de sobriedad.
—Por supuesto. Ya sabes que no bebo demasiado. Y eso significa (¡cómo no!) que probablemente les daré una paliza hoy en el torneo de golf. Tendrán tanta resaca que no serán capaces ni de darle a la pelota.
—¿Quiénes son?
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 104


































































































   102   103   104   105   106