Page 80 - En nombre del amor
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CAPÍTULO 10 CAPÍTULO 10
Desde su posición en la toalla, Gabby inhaló el aroma a carbón, a perritos calientes, a hamburguesas y a pollo que la suave brisa transportaba. A pesar de la brisa —y de la loción solar— , Gabby notaba como si su piel se estuviera empezando a chamuscar. A veces le parecía irónico que sus antepasados de Escocia e Irlanda hubieran desestimado unos climas menos calurosos con un tiempo gris y nublado similar al que estaban acostumbrados para irse a vivir a un lugar donde la prolongada exposición al sol garantizaba prácticamente melanomas en personas como ellos —o, como mínimo, arrugas, que era el motivo por el que su madre siempre llevaba sombrero, aunque su exposición al sol se limitara al momento en que entraba o salía del coche—. Gabby no quería ni pensar en el hecho de que se estuviera exponiendo a sufrir los efectos nocivos del sol, porque la verdad era que le gustaba estar bronceada, sí, se sentía más favorecida cuando estaba bronceada. Además, al cabo de muy poco rato se pondría nuevamente la camiseta y buscaría un lugar a la sombra para sentarse.
Stephanie se había mostrado increíblemente silenciosa desde su último comentario. Con otras personas, Gabby lo habría interpretado como una señal de incomodidad o timidez; con Stephanie, sin embargo, se le antojaba como la clase de confianza en sí misma que ella siempre había soñado tener. Porque Stephanie estaba tan a gusto consigo misma que conseguía que Gabby también se sintiera a gusto a su lado, lo cual, tenía que admitir, era una sensación que últimamente echaba mucho de menos. Desde que se había instalado en aquella localidad, no conseguía sentirse del todo cómoda en su casa, aún no se sentía cómoda en el trabajo, y tampoco tenía la confianza de que las cosas funcionaran con Kevin.
En cuanto a Travis..., definitivamente la incomodaba. Bueno, al menos cuando iba sin camiseta. Lo miró disimuladamente de soslayo. Estaba sentado en la arena cerca de la orilla, construyendo castillos de arena con los tres niños. Cuando éstos empezaron a dar muestras de falta de interés en la actividad, él se puso de pie y empezó a perseguirlos hasta la orilla, al tiempo que el eco de sus grititos y sus risitas de regocijo llenaban el aire. Travis parecía estar divirtiéndose tanto como ellos, y Gabby tuvo que contenerse para no sonreír por la escena. No quería hacerlo, ya que temía que él la viera y se llevara una idea equivocada.
El aroma finalmente empujó a Gabby a sentarse. Tenía la impresión de que se hallaba de vacaciones en alguna isla exótica, en vez de a tan sólo escasos minutos de Beaufort. Las olas llegaban a la orilla suavemente con una cadencia pausada, y las pocas casas emplazadas en la playa detrás de ellos tenían el aspecto de estar totalmente fuera de lugar, como caídas del cielo. Por encima del hombro, Gabby divisó un sendero que nacía en la playa y se abría paso entre las dunas en dirección al pintoresco faro, pintado con rayas blancas y negras, que tantas tempestades debía de haber soportado.
Sorprendentemente, no había nadie más en la cala, lo que contribuía a conferir a aquel espacio un aire más especial. A un lado vio a Laird frente a la barbacoa portátil, con unas tenazas en la mano. Megan estaba preparando una fila de bolsas de patatas fritas y panecillos para hamburguesas y abriendo varios recipientes Tupperware sobre una pequeña mesa plegable, mientras que Liz estaba repartiendo los condimentos junto con los platos de papel y los utensilios de plástico. Joe y Matt, detrás de ellas, se pasaban una pelota de fútbol. Gabby no podía recordar un fin de semana en su infancia en que un grupo de familias se reuniera para disfrutar de la mutua compañía en un lugar tan precioso simplemente porque era... sábado. Se preguntó si la gente solía
NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 80


































































































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