Page 196 - pasaporte-a-magonia-jacques-vallee
P. 196
196 JACQUES VALLEE PASAPORTE A MAGONIA 197
sos franceses e italianos para dicho período, prestando una aten- En cuanto a las observaciones posteriores a 1954, el cuadro
ción especialísima al año 1954. Los aterrizajes de este año se pre- cambia por completo. La Flying Saucer Review fue fundada en
sentan desde hace tiempo como el núcleo natural para cualquier 1955 y publicó artículos de investigadores privados como B. Le Poer
estudio sobre este problema, y esto por varias razones. En primer Trench y Gordon W. Creighton, que recopilaron y tradujeron in-
lugar, la mayoría de las observaciones se efectuaron sobre zonas formes del mundo entero, muchos de los cuales fueron incluidos
rurales de la Europa Occidental, donde existe una red de aldeas posteriormente en el libro World Round-Up. Muchas observaciones
y pueblos sin paralelo en otras regiones del Globo más reciente- sudamericanas llegaron al APRO a través de Olavo Fontes. Coral
mente desarrolladas. Esto permitió recopilar un gran número de Lorenzen ha publicado estos documentos en sus libros The Great
informes detallados cuando una importante oleada descendió des- Flying Saucer Hoax (1962) y Flying Saucer Occupants (1966), mien-
de Bélgica y el norte de Francia hacia Sicilia y el norte de África tras los hechos más recientes se podrán encontrar en el tercer
durante los cuatro últimos meses de 1954. Estos informes proce- libro de los Lorenzen, UFOs over the Americas (1968). En Australia,
dían a menudo de testigos independientes que residían en pobla- Andrew Tomas, un pionero en el estudio de los OVNIS, reunió
ciones vecinas. Los observadores eran personas bien conocidas en unas colecciones muy bien organizadas con el magnífico equipo de
las respectivas localidades, por lo que no era difícil asegurarse de la Australian Flying Saucer Review. En Sudamérica, grupos como
su solvencia. Los relatos solían ser considerablemente ingenuos, el CODOVNI y la SBEDV, que actúan en Argentina y Brasil, res-
pues procedían de campesinos que nunca habían oído hablar de pectivamente, publican con regularidad boletines de información
platillos volantes. Valiosos detalles, documentación de primera nada despreciables. Funcionan sociedades parecidas en Bélgica,
mano y entrevistas personales no tardaron en ser centralizados Chile, Dinamarca, España, Noruega, el Japón, Nueva Zelanda y
por expertos investigadores como Charles Garreau, periodista pro- Alemania. Todas ellas han aportado observaciones a nuestra lista,
fesional de La Bourgogne Républicaine, diario del este de ya sea directa o indirectamente.
Francia.
Estas fuentes de información permiten una continuidad en
En un estudio piloto de las observaciones de 1954 realizado el estudio de todo el período hasta el reciente y espectacular au-
para la edición especial de la Flying Saucer Review («Los humanoi- mento en el número de informes, es decir, hasta finales de 1965.
des») en 1966, preferimos limitar nuestro análisis a doscientos ca- Hasta esa fecha, creemos que el catálogo contiene una clara mayo-
sos. El lector encontrará aquí cuarenta casos más para dicho año, ría de todos los informes impresos, en los periódicos nacionales o
y consideramos que ésta es, desde luego, la sección mejor docu- en archivos oficiales, y la casi totalidad de las observaciones de
mentada del catálogo. No sólo todos los casos han sido nueva- ocupantes que han contribuido a la emocional reacción del pú-
mente analizados en busca de posibles errores, sino que se han blico asociado con el fenómeno OVNI. Después de 1966, una afir-
comprobado fechas, horas, lugares exactos, número y nombre de mación semejante dejaría de tener sentido. La conversación con
los testigos, con mayor grado de precisión. Para ello, he podido los agentes del orden, prácticamente en cada pequeña población
beneficiarme de la ayuda de varios investigadores de Francia e Ita- de los Estados Unidos, proporcionará informes sobre objetos no
lia, que deben permanecer anónimos, pero a quienes desde aquí identificados, entre los cuales se incluirán, por supuesto, aterriza-
expreso mi gratitud. jes, acerca de cuya realidad jamás sabremos la verdad. En el pre-
Las referencias fundamentales para ese período provienen de sente catálogo se han incluido algunos casos entresacados de los
los archivos de Aimé Michel, quien para su recopilación utilizó archivos de los tres años últimos, a fin de alentar la continuación
colecciones de periódicos y cartas procedentes de lectores de la de esta empresa, pero no hemos publicado detalles de observacio-
Prensa de París, que los medios informativos pusieron a su dispo- nes que aún se hallan en curso de investigación, ni hemos inten-
sición. También nos hemos servido de la colección formada antes tado efectuar una recogida sistemática de datos. En consecuencia,
de 1958 por pioneros como Raymond Veillith, editor de Lumières advertimos al lector de que el número aparentemente redondo de
dans la Nuit, el ya citado Charles Garreau, y Roger Vervich. La casos no tiene absolutamente nada que ver con la realidad de los
primera compilación de datos parecidos hecha por el equipo de hechos.
Ouranos bajo la dirección de Marc Thirouin, resultó asimismo muy
útil. El libro de Carrouges, Aparecen los marcianos, nos propor-
cionó detalles adicionales, lo mismo que los dos libros de Harold
T. Wilkins.