Page 314 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz
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          pran los diarios y quedan impactados con la noticia de una matanza que
          hubo en el túnel del aeropuerto El Trompillo, nueve muertos, primero
          en una balacera por la zona este de la ciudad, después una persecución
          infernal por calles y avenidas de la urbe cruceña con un fatal desenlace.
          Los canales de televisión hacen eco de la noticia, muchos relatan una
          cronología de los hechos de principio a fin con agregados, corregidos
          y aumentados, con supuestas hipótesis, etc. Ciudadanos de toda condi-
          ción social se dirigen a sus fuentes de trabajo, en taxi, en moto, en los
          destartalados micros, otros caminando cabizbajos, todos a comenzar
          una nueva jornada, a veces por salarios míseros. Un canal de TV se atre-
          vió a ir más allá en el informativo matinal del martes 20 de mayo:

          Es la rutina diaria en la ciudad donde se cometió un atroz crimen de un
          hombre que quiso cambiar el rumbo de un país, muchos lloran la muerte
          del candidato Santacruz, los seguidores de Arenal.

          Es la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra, muda testigo de luchas contra
          el centralismo, una urbe donde muchos sueñan como soñó Euclides
          Santacruz, una ciudad donde viven ciudadanos de toda condición social,
          se observa a ejércitos de trabajadores, caravanas de motorizados, unos
          van al norte y se perderán por la avenida El Trompillo, cada uno a su
          fuente de trabajo, a los mercados, oficinas, unidades educativas, a las
          empresas, hospitales, a licorerías, panaderías, todos a las calles y ave-
          nidas en busca del pan de cada día; otros van al sur también a trabajar,
          a labrar su destino.

          -Pero hay algo que usted debe saber. Usted dijo que su hija Alejandra
          está en otro país. ¿Acaso usted no sabía que su hija llegó ayer en la ma-
          drugada a esta ciudad y que en estos momentos debe estar velando al
          amor de su vida, que usted ordenó matar? ¿Eso no le remuerde la con-
          ciencia? ¿Usted fue el canalla que planificó la muerte de su futuro
          yerno?.
          -¿Quién te dijo eso? Eso que mi hija llegó ayer…
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