Page 352 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz
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Hace algunos años atrás, desde la cima de la serranía del parque Noel
Kempff Mercado, vivientes del Bajo Paraguá, comandados por el co-
ronel Celestino Cuyapí Tosubé y el capitán Narciso Pacoó Pesoé, pro-
clamaron a todo el planeta que se alzaban en armas y divulgaron la
resistencia a las quemas indiscriminadas de los bosques en la Chiquita-
nia. Asimismo comunicaron a todo el planeta la creación de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de la Chiquitania (Farchi), con dominio en
lo que fueron los territorios de Mojos y Chiquitos.
Se envalentonaron luego de conocer la destrucción de “El Paraíso Es-
condido”, les hirvió la sangre contemplar destruida la obra de Anastasio
Santacruz. Y una mañana soleada, cinco mil combatientes de las Farchi
partieron desde las orillas del río Pauserna, luego navegaron hacia el
Sur por el río Paraguá y después se internaron en la selva.
Se supo tiempo después que tomaron San Ignacio de Velasco en forma
pacífica, en esa capital se unieron unos 300 combatientes chiquitanos
armados hasta los dientes. Cantaron el himno cruceño a viva voz y
anunciaron que pronto entrarían en acción. Solo esperaban instrucciones
desde un lugar que no quisieron revelar y marcharon hacia el este. Pri-
mero llegaron hasta Espíritu y desde allí se orientaron para llegar al
lugar donde fue fusilado por el centralismo el líder federalista cruceño,
Andrés Ibáñez Justiniano.
Hubo un solo discurso de Celestino Cuyapí Tosubé, quien aseguró que
esperaban instrucciones de su comandante, un camba de cepa.
Un locutor de radio “La Voz de la Chiquitania” le preguntó:
-¿Las Farchi entrarán en acción?
Y el coronel Celestino Cuyapí respondió con esa su potente vozarrón,
como para que lo escuche todo el planeta:
