Page 335 - SANTACRUZ LIBRO
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La trágica noche de Santacruz 323
estaba sucia, caótica, desordenada, vendedores ambulantes copaban las
calles, el caos vehicular era más que evidente. Visitó la tumba de su
madre solamente, el abismo que se abrió por la relación con su padre
se hizo más profundo, no preguntó a sus tres hermanos cuál era su
tumba, simplemente se alejó del cementerio sin mirar atrás, sin derramar
una lágrima. Al siguiente día, visitó la tumba de Euclides Santacruz Pié-
rola, rezó mucho y dejó un ramo de flores blancas y allí mismo recordó
lo feliz que fue junto al diputado de Arenal.
Ella estaba convencida que él fue fiel a la frase de su padre, fue muy
confiado, le faltó una buena dosis de desconfianza con las personas que
le rodearon hasta el día de su muerte. El camposanto estaba alejado de
la ciudad, era para ella un lugar lejano, triste. Por la ruta de la Doble
Vía a Cotoca vio un intenso tráfico de motorizados que iban y venían,
todos los ocupantes de esos vehículos ajenos a su dolor miraban y se
alejaban. Por esa ruta llegó una mañana de enero de 1990 el amor de su
vida en busca de su destino, tenía una meta y no pudo alcanzarla. Ale-
jandra mira el cielo límpido hasta la más remota lejanía, piensa que es
otro cielo, de otras ciudades, de otros pueblos que ella nunca conocerá,
y que sus habitantes tampoco nunca conocerán esta triste historia. Es-
cucha un murmullo de voces que van y vienen, voces de adioses de
amores y desamores que una vez soñaron juntos con el paraíso, en esos
murmullos ella intentó reconocer la voz de Euclides que la llamaba
desde muy lejos, de más allá de la remota lejanía, le hablaba con una
voz que le recordaba que una vez dos manos se unieron para siempre
como dos almas, la noche que se besaron en la plazuela Blacutt.
Pero, irremediablemente, Euclides está muy lejos, muy lejos. Alejandra
intentó hablar, pero se le quebró la voz al recordar al diputado de Arenal,
sabe que él la recuerda desde su tumba. Esa noche, Alejandra en su
sueño recapituló todos los momentos felices que pasó junto al diputado
de Arenal, vio en sus sueños desde el momento que lo conoció, cómo
el amor de su vida comenzó a labrar su destino en las campañas para