Page 289 - LIBRO SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz 277
sin entrar en detalles, ese fue un grave error, porque en realidad
“el Matador” era apenas un delincuente común y drogadicto que
no mataba ni un chulupi, y de paso era medio acopaibau, era un
bravucón y nada más. Era el más novato entre los novatos en el
manejo de armas modernas. Dos días antes, el capitán Bordenave
le enseñó a disparar una ametralladora IWI Uzi automática a “el
Matador”. Bordenave advirtió que él no conocía de armas ni nada
parecido.
Tarde son las lamentaciones, ese día por casualidad del destino,
Segundo Chaparro no asistió a su fuente de trabajo, de tal manera
que el candidato Santacruz debía conducir su automóvil.
Nunca Chaparro había fallado, algo andaba mal.
Euclides Santacruz, ajeno al peligro, abandonó de la sede de
Arenal a las 18:30, debe asistir a un mitin político en el Cambó-
dromo entre el cuarto y quinto anillo. Ahí Fátima Campos Mel-
gar, candidata a la vicepresidencia por Arenal, recibirá apoyo
ciudadano, no quiere imaginar que pueda suceder lo mismo que
en el sueño, que lo ataquen en pleno mitin político, pero luego
se dijo a sí mismo: “los sueños, sueños son”. Elegir a Fátima
Campos candidata a la vicepresidencia fue una buena idea y no
había tiempo que perder, el candidato por Arenal aceleraba su
campaña en medio de la efervescencia de sus partidarios. El ca-
pitán Bordenave dio órdenes perentorias: “Lo matas en la avenida
Paraguá y cuarto anillo, cuando su auto se detenga yo lo adelan-
taré y tú lo acribillas sin compasión. Si algo falla ahí, en el se-
máforo de la avenida 2 de Agosto. Y por último, si todo sale mal,
cuando lleguemos a la avenida Mutualista y él se baje de su auto
lo matas, no importa si hay curiosos. Lo matas y punto. Lo que
se trata es que tenemos que eliminarlo, no te importa todo lo
demás. ¿Entendido?