Page 345 - LIBRO SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz 333
en la Ciudad de los Anillos. Algunas cosas eran ya de conocimiento de
Alejandra.
Otros opinaban e insistían que los servicios secretos de Bolivia actuaron
permisivamente, pusieron de ejemplo de Simone Candau. ¿Si las auto-
ridades bolivianas conocían al personaje por qué no la detuvo Migración
a su llegada al aeropuerto Viru Viru? La Policía era culpable por no re-
alizar un rastrillaje en la avenida Charcas, no montar guardia en forma
más continua. En el segundo atentado, la camioneta del capitán Borde-
nave estuvo estacionada casi un día frente a “El Rascacielo” con dos
ocupantes que tenían puestas gafas oscuras; eran, por supuesto, sospe-
chosos. Luego del primer atentado la Policía debió proporcionar segu-
ridad personal al diputado Santacruz, pero no lo hizo; asimismo, la
Policía sabía de la presencia del capitán Bordenave y no hizo nada por
ubicarlo y detenerlo. ¿Hubo un complot que llegaba a las esferas del
gobierno? No sé. ¿Alain Centurión tenía sobornados a jefes policiales?
Tal vez.
Se supo, asimismo, que cuando Alejandra Centurión partió desde Nueva
York, la madre de Pascual Pascutini intentó entregarle un paquete con
pruebas de que estaba en camino un complot, tenía fotos de una reunión
de políticos bolivianos en la residencia de la calle René Moreno, cuando
se tomaban decisiones para cometer el magnicidio, igualmente graba-
ciones magnetofónicas donde se podía escuchar claramente a Alain
Centurión dando las pautas de los pasos a seguir para el magnicidio.
Estas pruebas eran contundentes. Lo que se supo después, fue que la
tía Flora no pudo llegar al aeropuerto J.F. Kennedy, ya que sufrió un
grave accidente. El taxi en que se trasladaba Flora Piérola chocó con
un autobús, lo que le provocó la muerte.