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TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA Y SU RELACIÓN CON EL
               COMER EMOCIONAL EN ADOLESCENTES Y ADULTOS


               Ana T. Rojas Ramírez, José M. García Cortés, Carmen P. Hernández Luis,
               Elizabeth Alvarez Ramírez

               Universidad Nacional Autónoma de México, FES Zaragoza, Ciudad de México,
               Mexico

               Abstract


               Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones específicas y
               severas en la ingesta de alimentos, en personas que presentan patrones
               distorsionados en el acto de comer y que se caracterizan, por comer en exceso o
               dejar de hacerlo; en respuesta a un impulso psíquico y no por necesidad
               metabólica (Méndez et al, 2008). La incidencia es mayor en mujeres, y su inicio
               es principalmente durante la adolescencia (Berny et al., 2020), pero existen
               reportes de casos donde aparecen en la vida adulta (Montero et al., 2018) y en
               hombres (Unikel y Caballero, 2010). Los factores culturales son relevantes para
               entender cómo describe, diagnostica y trata la sociedad esta condición (Azuyo-
               Del valle y Cobarrubias-Esquer, 2019). Las emociones actúan sobre el
               comportamiento alimentario de dos formas o en calidad, la elección de los
               alimentos puede variar en función de las emociones (Clerget, 2011). La
               alimentación emocional se define como el comer en respuesta a emociones
               negativas como la ansiedad, la depresión, la ira y la soledad para hacer frente
               al afecto (Faith et al., 1997). El presente estudio contó con dos objetivos: 1)
               Determinar la relación entre la sintomatología de TCA y el Comer Emocional, y
               2) Identificar las diferencias de ambas variables en adolescentes y adultos. Se
               trabajo con 168 adultos (M = 25.7 años) y 177 adolescentes (M = 15.9 años). Se
               aplicaron los instrumentos: Ingesta emocional en la obesidad de Garaulet et al.
               (2012), Escala de Alimentación Emocional de Rojas y García-Méndez (2016) y el
               Cuestionario para el tamizaje de los TCA de Morgan et al. (1999). Los
               resultados indican correlaciones significativas de bajas a medias en todos los
               factores del Comer Emocional para ambos grupos. En cuanto al análisis de
               medias, se encontraron diferencias en el factor Familia t(343) = -3.710, p<.01;
               Cultura t(343) = -4.449, p<.01; Efecto del Alimento t(343) = -5.614, p<.01 y
               TCA t(343) = -2.067, p<.05.Estos datos coinciden con la teoría en cuanto a la
               incidencia de TCA en adolescentes, sin embargo, se resalta el papel de las
               relaciones sociales para el comedor emocional.








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