Page 5 - Jaén en la mochila
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EL OLIVO
Cuenta la leyenda que Atenea y Poseidón rivalizaban por ser los patronos
de la ciudad creada por el rey Cecrops. Esta rivalidad llegó a tal punto
que Zeus se vio obligado a intervenir, imponiendo una prueba a los dos
contendientes, el vencedor sería el que alcanzaría, finalmente, los hono-
res.
En primer lugar actuó Poseidón, clavando su tridente sobre una roca hizo
brotar un manantial de agua salada. El agua que brotó del manantial estu-
vo a punto de inundar la ciudad, y además, los ciudadanos protestaron
porque el agua salada estropeaba las tierras de cultivo.
En segundo lugar actuó Atenea, quien golpeando la roca con su lanza hi-
zo aparecer un regalo a todas luces más práctico ya que brotó un olivo.
Un olivo del que obtendrían aceite para alimentarse, para iluminarse, para
elaborar perfumes y jabones, etc. por lo que decidieron poner a su ciudad
bajo la protección de la diosa. La ciudad tomaría el nombre de Atenas.
El olivo que hizo surgir la diosa se conservaba en la Acrópolis de Atenas
¿Qué es un olivo?
Un olivo
es un viejo, viejo, viejo
y es un niño
con una rama en la frente
y colgado en la cintura
un saquito todo lleno
de aceitunas
Rafael Alberti.
Los olivos - Vincent Van Goth
La imagen del olivar se asocia con la provincia de Jaén, porque olivos
ha habido siempre en estas tierras, mucho antes de que los romanos lo
“pusieran de moda”. Se cree que los fenicios ya trabajaban con el oli-
vo varios siglos antes del momento en el que el imperio romano entra
en la península. Los poblados íberos anteriormente trabajaban el olivo
también. Con la llegada del Imperio Romano, el aceite de oliva de
Hispania comenzó a expandirse por todo el mundo. Aunque sería con
los musulmanes cuando la cultura del olivo llegase a su punto culmen,
ya que esta civilización trajo consigo diferentes variedades, algo que
supuso un antes y un después en el paisaje del olivar.
En Jaén, el mar de olivos es un regulador climático que ha evitado la
desertificación de las tierras a un lado y otro del valle de Guadalqui- Verde fue mi nacimiento
vir. Los más de setenta millones de olivos que germinan en tierras de Y de luto me vestí
Los palos me atormentaron
Jaén son una fábrica perfecta de oxígeno que, junto a las masas fores-
tales de sus cuatro parques naturales,ayuda a neutralizar los efectos Y de oro me volví.
más nocivos del cambio climático.