Page 6 - Jaén en la mochila
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Oro líquido
A lo que aceite de oliva echo, sácole provecho
El aceite de oliva es oro puro. Ya hace más 5.000 años que lo descubrieron en Mesopotamia, luego en Grecia y,
más tarde, los romanos y los árabes, quienes, además de como alimento, lo utilizaron como combustible, cosméti-
co y medicamento. Las colinas del sur de Hispania se convirtieron en un inabarcable campo de aceitunas.
Nos ponemos aceite para todo, en la ensalada, pescado, en la carne... Y es que nos hemos acostumbrado al que tal
vez sea el producto fundamental y más saludable de la dieta mediterránea. Entre otros beneficios, ayuda a prevenir
y reducir el desarrollo de muchas enfermedades.
El proceso de obtención del aceite ha permanecido inva-
riable durante milenios. En primer lugar, la recolección
implica que los jornaleros varean los olivos para que las
aceitunas caigan al suelo o encima de unos mantones, de
donde se recogen. A continuación se transporta hasta la
almazara, donde se efectúa la limpieza de la aceituna; se
mezclan con agua separando las hojas y las ramas del
fruto. A continuación se trituran las aceitunas, incluidos
los huesos. La siguiente fase, es la separación del líquido
y la materia sólida (orujo). Finalmente, con un decanta-
dor, se separan el agua del aceite. Ya está preparado para
Vareadores
el consumo.
Lucerna (lámpara de aceite)
Tu bisabuela me enseñó que el aceite de oliva sirve para
todo, desde freir patatas a aliviar dolores, o engrasar la ce-
Antigua almazara (molino de aceite) rradura.
El remedio de la tía Mariquita, con aceite todo lo quita.